Que el dinero lleva meses saliendo de los activos europeos, parece cada día más claro. Ayer se publicaba un informe en el que se señalaba que las grandes fortunas están abandonando el euro cada de vez de forma más acelerada. Pero ¿hacia dónde? El dólar y el yen japonés son destinos claros. Pero también hay parte de esa liquidez que está trasladando las posiciones de la renta variable europea, a los mercados emergentes. Los mercados emergentes llevan años centrando la atención de los inversores, pero no son del todo conocidos. El analista Mickael A. Pollock detalla en The WSJ cinco mitos sobre los mercados emergentes que seguro la mayoría de ustedes habrán escuchado.
1. Las altas valoraciones no son un problema en las economías en crecimiento.
La realidad es que incluso en las naciones de rápido crecimiento es importante si las acciones están baratas o caras en relación con los fundamentos de la empresa.
Los inversores han acudido a los mercados emergentes desde hace varios años, esperando un crecimiento económico mucho mayor que el de las acciones de los EE.UU. y Europa. Como resultado, los mercados emergentes de acciones alcanzaron niveles relativamente caros respecto al resto de mercados globales, basándonos en ratios de valoración como la relación precio-ganancias.
La idea era que las altas valoraciones no eran tan importantes. Pero lo fueron. Y los inversores descubrieron que, a su pesar, cuando a las autoridades de China, Brasil y otras naciones, les preocupó que sus economías se recalentaran, tensionaron sus ofertas de dinero y tomaron otras medidas para moderar el crecimiento y frenar la especulación, sus bolsas cayeron. Los fondos diversificados en los mercados emergentes cayeron en promedio un 17,1% a 30 de noviembre.
Mientras tanto, en los EE.UU., los inversores presionaron a la baja el precio de las acciones ante los temores de una recesión económica. Pero cuando los datos económicos anticiparon que el crecimiento seguiría positivo, aunque lento, las acciones de EE.UU. comenzaron a parecer una ganga y los inversores volvieron al mercado.
Mito 2: Las acciones de mercados emergentes están aisladas de las turbulencias financieras en otras partes del mundo.
La idea es que los mercados emergentes marchan a su propio ritmo, debido simplemente a su crecimiento. Esto podría haber sido cierto en el pasado. Pero hoy en día, las acciones en la mayoría de mercados emergentes del mundo están en sincronía con Nueva York y Londres. Lo que ha pasado es que las grandes empresas de los países emergentes se han convertido en grandes jugadores a nivel global, y los flujos globales de capital se han acelerado.
Este año, las acciones de los mercados emergentes sufrieron ante el temor de un contagio financiero desde Europa. De hecho, han sido penalizadas más que las acciones de EE.UU. El motivo es que EE.UU. sigue siendo visto como el lugar más seguro para colocar el dinero.
Para manejar la ponderación en las carteras de estos activos, lo mejor es pensar en las acciones de mercados emergentes como algo similar a empresas de pequeña capitalización de EE.UU. en términos de riesgo, dice Brian Gendreau, un veterano gestor de dinero de Wall Street. “Cuanto más se asignen a los mercados emergentes, mayor es el rendimiento esperado y mayor es la volatilidad de su cartera’’ dice.
Mito 3: Los mercados emergentes son una apuesta de crecimiento
Los fondos de mercados emergentes de hecho puede proporcionar un buen crecimiento si se invierte inteligentemente y tienen un horizonte a largo plazo. Pero esa no es toda la historia. También puede valer la pena mirar los fondos de los mercados emergentes que se centren en el mercado de bonos, o en empresas con altos dividendos.
Hay innumerables fondos en el mercado, que invierten en bonos de países como Malasia e Indonesia y que están dando una rentabilidad anual superior al 8%.
Mito 4: Los mercados emergentes de divisas se apreciarán según el dólar continúe su declive a largo plazo.
Esto ha resultado cierto desde hace muchos años, ampliando el retorno de los inversores de EE.UU. que compran en los mercados emergentes, pero no ha sido el caso en los últimos meses. En lo que va de este año, las divisas de los mercados emergentes en general se han debilitado frente al dólar. Mientras que el MSCI Emerging Market Index ha bajado un 14,8% en moneda local a 30 de noviembre, se habría reducido un 19,4% en términos de dólares.
En septiembre, las preocupaciones sobre la crisis fiscal de Europa provocaron una avalancha de demandas de dólar como activo refugio. Las monedas de Brasil, Hungría, Sudáfrica y Polonia, entre otros, cayeron fuertemente.
En tiempos más tranquilos, las monedas de mercados emergentes podrían generar retornos muy atractivos para los inversores de EE.UU., ganando frente al dólar, como resultado de los desequilibrios financieros globales. Pero algunas veces, estas divisas añaden volatilidad a los fondos emergentes.
Mito 5: Se puede hacer mucho mejor concentrándose en sólo unos pocos de los más fuertes países emergentes.
En los últimos años, los inversores han sobreponderado en sus carteras los fondos cotizados que se centran en países, como Brasil, Rusia, India y China.
Pero ofrecen una diversificación mucho menor, y debido a que son altamente líquidos o fáciles de comerciar en grandes cantidades, los precios pueden verse afectados por los cambios bruscos de ánimo de los inversores globales, que pueden tener poco que ver con los fundamentos a largo plazo.
Este año, a 30 de noviembre por ejemplo, WisdomTree India Earnings había caído un 33% a pesar de que la economía de India es probable que crezca en más del 7% en 2011 y 2012, según Morgan Stanley.
Los inversores que quieren sacar provecho de las perspectivas de crecimiento de los mercados emergentes, pero con una menor volatilidad, deben considerar los fondos que se dirigen a amplias regiones o a una amplia gama de mercados emergentes, dice Karin Anderson, analista de Morningstar.
Para todo inversor que quiera diversificar su cartera, lo cual desde mi punto de vista es indispensable, es interesante acudir a los nuevos mercados sin supuestos a priori. Como ha demostrado Mickael A. Pollock, estos mitos de los mercados emergentes tienen poco que ver con la realidad, y pueden provocar graves pérdidas. Los mitos para los mitómanos, no para la gestión.
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