Existe una materia prima que actualmente es imprescindible para nuestro estilo de vida moderno y no hay que buscarla ni en corruptos pozos petrolíferos ni sangrientas minas de diamantes, tenemos que irnos al Congo en donde los soldados luchan (con más de 4.000.0000 de muertos en esta guerra) por hacerse cargo de esos yacimientos tan valiosos que tienen el 80% de las reservas mundiales de un mineral altamente estratégico. Minas que en las que trabajan más de 30.000 personas cada día en régimen de semiesclavitud siendo los niños sus obreros más codiciados debido al pequeño tamaño de sus manos… y a lo poco que se quejan.
Hablamos del Coltán (Columbio-Tántalo), una parte clave de los condensadores electrolíticos, que son utilizados en casi la totalidad de dispositivos electrónicos: teléfonos móviles, GPS, satélites artificiales, televisores de plasma, ordenadores portátiles, etc. Entre febrero de 2000 y enero de 2001 (menos de un año), la cotización del kilo de tántalo en la Bolsa de Metales de Londres ascendió de 180 a 950 €. Curiosamente uno de los mayores exportadores de esta materia en el mundo es Ruanda (en donde es inexistente su extracción) debido al tráfico ilegal que pasa por su frontera.
Organizaciones no gubernamentales como Global Witness denuncian el comercio ilegal de los minerales congoleños”.
Entre las empresas incluidas en la lista figuran las estadounidenses Cabot Corporation, Kemet Electronics, Speciality Metals Company, Trinitechinternational Inc. y Vishay Sprague (norteamericana-israelí), las británicas Afrimex, Amalgamated Metal Corp. y Euromet, las belgas Cogecom, Sogem y Trademet, las alemanas H.C. Starck GmbH & Co y SLC Germany GmbH y las chinas Ningxia Non Ferrous Metals y Pacific Ores Metals (esta con sede en Hong Kong).
También aparecen empresas de Uganda (Commet Uganda Coltan Trading), Suiza (Finconcord SA), Malasia (Malaysian Smelting Cor.), Kazajistán (Nac Kazatomprom), Ruanda (Eagle Wings Resources) y de Saint Kitts, en las Antillas (Finmining y Raremet Ltd).
Suerte en sus inversiones…