“THE NAKED JUNGLE” es el titulo original de una película Paramount de 1.954 dirigida por Byron Haskin e interpretada por Chartlon Heston y Eleanor Parker.
Por aquella época, en España tenían la costumbre de cambiarle los títulos a los films extranjeros y en nuestro país la llamaron: ”Cuando ruge la MARABUNTA”, con bastante acierto, por cierto.
A grandes rasgos, la trama del film gira alrededor de un terrateniente norteamericano, Chartlon Heston, que con gran esfuerzo había levantado en medio de la jungla sudamericana una gran hacienda con ricas plantaciones de café y otros productos agrícolas: cacao, etc., y que finalmente pierde todo por la famosa y terrible Marabunta, una plaga de miles de millones de hormigas soldado que lo van arrasando todo a su paso.
La entretenida película ofrece innumerables moralejas y es de recomendable visión. Pero la principal, la que nos hoy nos sirve para enlazarla con lo que está pasando en la Bolsa, es la similitud que presentan muchos inversores con el protagonista, él creía que podría parar aquella plaga y hoy muchos inversores creen que podrán parar la embestida de la actual Marabunta Bursátil.
Como la Marabunta arrasa la Bolsa
Al inversor, los grandes del mercado de acciones lo manipulan y le hacen creer que la Bolsa se recupera siempre, que a larga siempre se gana. Pero no, ¡esto rara vez se cumple!.
Ya vimos la pasada semana como compraban como locos los “manos débiles” mientras las fuertes les encasquetaban el papel un 10 y hasta un 24 % más caro. Aquel histórico pánico comprador a sido flor de un día y hoy el que ha cometido el disparate de comprar a aquellos precios está atrapado sin vislumbrar una salida a corto.
En distintas ocasiones aquí le hemos hablamos de los tiempos en Bolsa, pues bien, este es el de no estar alcista.
En la pasada semana citamos aquí el ejemplo de Sacyr Vallhermoso, un valor que forma parte del Ibex37 y que en poco más de 3 años ha perdido más de un 90 % de su valor bursátil.
Y es que cuando se pone en marcha la Marabunta bursátil, ¡lo arrasa con todo!.
Alguno, ¡o muchos! nos tildará de apocalípticos alarmitas, de catastrofistas o de exagerados, ¡pero es igual!, nosotros a lo nuestro.
Somos de la opinión de que estamos inmersos en una Onda C. Ya sabe, aquella en la que el manual dice que: “no hay donde esconderse a no ser en el dinero contante y sonante”.
En el gráfico adjunto se ve claramente como el Ibex35 cae desde los 16.000 puntos hasta los 6.700, aproximadamente.
Para nosotros esto sería una Onda A.