Ya que la bolsa está viviendo un “déjà vu” y no hace más que darnos disgustos, hoy les planteo analizar la repercusión del petróleo en esta situación.
Si planteáramos una pregunta a nivel mundial acerca de cuál es el motivo de la crisis que estamos padeciendo, el precio del petróleo aparecería en uno de los primeros puestos del ranking. La subida desmesurada del precio de los combustibles es uno de los problemas que más afligen en estos momentos a las economías mundiales y, por ende a los bolsillos de los sufridos consumidores.
Vamos a intentar entender esta situación y si nos es posible vislumbrar una serie de posibles soluciones.
* El petróleo juega un papel demasiado importante en la economía mundial. De momento está demostrado que es imprescindible para el funcionamiento de la sociedad. Al ser una fuente de energía agotable y su consumo, intensivo en situaciones de boom económico (situación actual) en las que la demanda presiona sobre la oferta haciendo que los precios suban.
Los países productores de petróleo (OPEP) en vista del aumento de demanda por parte de las principales economías mundiales, optan por reducir considerablemente la producción y provocar así un aumento de precios.
* El barril de crudo Brent (159 litros) costaba el miércoles 123,16 dólares alejándose de la barrera psicológica de los 130$, una simple operación nos va a permitir determinar que el precio del litro de “oro negro” anda por 0,5 euros. Una vez comprado el barril hay que refinarlo y convertirlo en el combustible que se desee, este precio en un principio no nos parece excesivo pero debemos añadirle una sarta de impuestos que elevan el precio hasta 1,15 euros aproximadamente que todos debemos pagar en las gasolineras. Es decir cerca del 60% del precio final de los combustibles son impuestos. Vamos a desglosar ese precio, la petrolera se embolsa 0,60 euros, la estación de servicio se llevaría 0,057 euros y el resto serían impuestos ( impuesto especial de hidrocarburos e I.V.A.). Para más INRI, las petroleras presentan unos resultados excepcionales.
* De momento la debilidad del dólar respecto al euro juega a nuestro favor ya que el mercado del petróleo es un mercado en el que la moneda de referencia es el dólar.
* ¿Un mercado totalmente liberalizado favorecería la bajada de precios? Pues creo que no, ya que entre las tres grandes ( REPSOL, CEPSA y BP ) controlan cerca del 90% del mercado y ya sabemos qué fácil llegan a acuerdos “los grandes” cuando de dinero se trata.
* ¿La solución puede venir de la reducción de la presión fiscal? Parece que es posible y además es la reivindicación estrella de las últimas manifestaciones tanto de agricultores como de pescadores que parecen estar más en contra de los Gobiernos que de las petroleras. La más viable a mi modo de ver sería la reducción del I.V.A. del 16% hasta el 7%, es decir tratar a los combustibles como a la vivienda (esto requeriría la aprobación de la UE que vigila la armonización fiscal de los países miembros).
A finales de mayo Sarkozy proponía suspender el IVA aplicado a los combustibles si sus precios se encarecían más. La ministra francesa de Economía, Christine Lagarde, envió (02/06/08) una carta a la Comisión Europea en la que insistía en la necesidad de ajustar el IVA de los combustibles con el objetivo de preservar el poder adquisitivo de los ciudadanos.
Y mientras nuestros vecinos ven que sus mandatarios toman cartas en el asunto y se preocupan por su bienestar, qué hacen los nuestros… pues poca cosa la verdad.
El otro día Solbes nos decía que “todo esto, sitúa a España en una situación especialmente compleja a la que habrá que hacer frente, aunque, a nuestro parecer, si se hacen bien las cosas, España volverá a crecer en un año o en un par de años cerca de la capacidad potencial de su economía, cerca del 3%”. Claro que también admitió que “algunos españoles tendrán que apretarse el cinturón” debido a que la corrección de la economía está siendo más rápida de lo que se podía imaginar, aunque insistió en que España esta capeando el temporal.
Si usted lector/ra es de los que está capeando el temporal, le interesará saber lo que se puede hacer con el dinero de la hucha, o que PROSEGUR es una de las pocas compañías que cotizan en bolsa española que ha vuelto a máximos.
Me gustaría terminar mi aporte lanzando un par de preguntas. Si les parece que las respuestas son obvias, tranquilos son ustedes normales contribuyentes, de los que nos tendremos que apretar el cinturón y capear el temporal como buenamente podamos.
¿No deberían los poderes públicos responder, rápidamente a las inquietudes legítimas de aquellos cuyos ingresos ya se han visto mutilados por la subida del “oro negro”?
¿No deberían los estados reinvertir el superávit de ingresos fiscales obtenidos por la subida del precio del petróleo en ayudar a los más afectados y acelerar los programas de ahorro energético?
Suerte en la vida y en las inversiones, con estos mandatarios la vamos a necesitar.