Por  Simon Johnson.

1. Los mercados financieros se han estabilizado – principalmente porque la gente cree que el gobierno no permitirá a Citigroup caer. Nos han nacionalizado las pérdidas de cualquier sistema bancario, pero dejaremos que los ejecutivos disfruten de los beneficios de la subida.

2. La economía real comienza a tocar fondo, aunque el empleo no tocará techo por un tiempo y podría mantenerse alto durante varios años. Las perspectivas de crecimiento de largo plazo permanecen inciertas – el comportamiento del consumidor ha cambiado realmente; si la financiación no impulsa el crecimiento, que será; ¿está el déficit presupuestario bajo control o no?

3. En términos más generales, hay un sofisticado maquillaje en la ruta de estabilización pero no hay una reforma real sobre los problemas centrales referidos a 1) como el sistema bancario opera, o 2) como la arrogancia financiera nos metió en la crisis. Los lobbies financieros parecen más fuertes que nunca.

4. El consenso de la economía convencional es que no puede haber una inflación importante con una tasa de desempleo tan alta, y la Fed no elevará tipos hasta finales de 2010. Los mercados financieros no están de acuerdo – probablemente preocupados, en parte, por la facilidad del crédito y la depreciación del dólar, precios de importación más altos, y una inflación mundial potencial por los precios de las commodities. En todos los últimos momentos decisivos respecto a los modelos económicos estándar, la visión de la realidad de los mercados se ha impuesto. Mi consejo: presten especial atención a los precios del petróleo.

5. Los Mercados Emergentes están incrementando su visión de estar gozando de una separación (decoupling) del malestar de los Estados Unidos y Europa. Esta idea se mostró errónea a principios de 2008, cuando se ganó el estatus de consenso; esta vez, es probable que nos provoque una nueva burbuja – basada en el carry trade que ahora se ejecuta fuera de los Estados Unidos. El apetito por el riesgo entre los inversores está subiendo fuertemente. El G7/G8/G20 ha vuelto a ser irrelevante o simplemente animadores para el sector financiero.