Por Dinero.com
La situación fiscal de Estados Unidos hace prever que el mundo lentamente se moverá hacia una nueva moneda más fuerte. Los bancos centrales de los países emergentes ya lo están haciendo.
¿Cuál será la nueva moneda?
El dólar, la moneda con la que se movió el mundo en los últimos sesenta años, tiene su hegemonía amenazada. Las condiciones fiscales de Estados Unidos le han hecho perder parte de su credibilidad universal y ahora el mundo anda en la búsqueda de una moneda que lo reemplace. Este será un proceso lento, pero como se van perfilando los acontecimientos, parece ineludible.
El déficit fiscal estadounidense muy seguramente llegará este año a US$1,85 billones, equivalentes al 13% del PIB de ese país. El faltante aumentará por efecto del plan de recuperación de la economía de US$800.000 millones.
El desbalance fiscal, como lo dijo en junio el presidente de la Reserva Federal, Benjamin Bernanke, está afectando la estabilidad financiera estadounidense con lo que los mercados se han encargado de añadirle algo de volatilidad al precio del debilitado dólar contra otras monedas. El euro se ha apreciado sustancialmente contra el dólar desde febrero.
Estos movimientos los perciben los bancos centrales del mundo, en especial los de las economías emergentes, que han empezado a reducir la cantidad de dólares de sus portafolios de reservas internacionales.
Con datos del Fondo Monetario Internacional, se puede ver que al final de 2007, los bancos centrales de las economías en desarrollo tenían el 61% de sus reservas en la divisa estadounidense. Al final del año pasado el porcentaje había bajado a 59%. Todo esto, antes de que se conociera la situación fiscal de largo plazo de Estados Unidos. Es muy posible que haya perdido otro poco de su participación en este semestre.
Moneda emergente
Pero las voces que piden un cambio en los patrones monetarios mundiales ahora se escuchan con más vigor. El domingo, la principal noticia económica del diario parisino Le Monde tocaba el tema. Señalaba cómo en abril, durante la reunión del G20, el gobierno chino propuso la creación de una moneda supranacional que permitiera aislar al mundo de los problemas de un país individual. También que el martes, el Kremlin manifestó que estaría interesado en estudiar la creación de la moneda internacional en una reunión que sostendrá con Brasil, China e India este mes.
El descontento entre el grupo BRIC es bien claro. El periódico destacaba en este sentido la frase del presidente ruso el viernes 5 de junio: “los otros países que no emiten monedas de reserva, pueden en un cierto momento convertirse en los rehenes de la política de los estados emisores”, dijo.
El forcejeo apenas comienza, pero hasta ahora parece claro que el dólar no saldrá bien librado. Algo parecido le ocurrirá al euro, porque las economías que los sustentan no tendrán la fuerza suficiente para ponerlo como la moneda líder del planeta. Quizás se termine en una moneda multinacional, en cuya conformación tendrán mucho que decir los países dueños de la liquidez mundial: los estados del Golfo y los emergentes grandes.
Valoración Capital Bolsa
El tema del que se ocupa este artículo ha sido ampliamente discutido por diversos círculos financieros durante los últimos años. ¿Existe alguna moneda actualmente que pueda servir como divisa global?. No, y previsiblemente no la habrá en mucho tiempo.
Sí es posible que el dólar deje de tener el papel tan predominante que ha tenido en las últimas décadas como divisa en las transacciones de comercio internacional, y como reserva estratégica. Ya ha habido claros síntomas de esto último.
Países del medio oriente (exportadores de petróleo) y del lejano oriente (exportadores netos como China, Japón, Singapur…) están incrementando sus reservas en euros en detrimento del dólar, y cada vez son más las transacciones internacionales que se denominan en otra moneda diferente al billete verde. Pero de ahí a que el dólar deje de ser moneda referente mundial dista un abismo.
Podríamos dar muchos motivos económicos por el que se justificaría la utilización del dólar como divisa global, pero creemos que hay un motivo que los eclipsa a todos. El consumidor americano es el motor de crecimiento mundial.
Los bienes y servicios que compran los consumidores de EEUU suponen una quinta parte de la economía mundial, por lo que gran parte de las economías de aquellos países que podrían provocar un cambio de divisa global se sustentan del consumo de EEUU. En este escenario es poco probable que se acometan medidas unilaterales en esa dirección.