Por la Gobernadora Christine Todd Whitman*

El futuro de la seguridad energética en los Estados Unidos es un tema de importancia nacional. Ese futuro seguro depende de la capacidad del país para hacerse cargo de su producción de energía mediante un suministro nacional de energía diverso que sea limpio, costeable y confiable. Pero, por encima de todo, debe ser seguro.

Claramente, el diálogo sobre nuestro futuro energético debe tomar en consideración lo que estamos aprendiendo del accidente en la planta Fukushima Daiichi en Japón en marzo de este año. Hace más de treinta años, los EE.UU. reevaluaron seriamente su programa de energía nuclear después de un accidente en la planta Three Mile Island en Pennsylvania. Ahora, la situación en Japón ha hecho surgir preguntas sobre la seguridad nuclear en este país.

Las décadas de operaciones de plantas nucleares seguras en nuestro país demuestran que aprendimos con la experiencia de Three Mile Island y otras durante estos años. Las plantas de energía nuclear en los EE.UU. y sus operadores están preparados para enfrentarse a sucesos extremos, naturales y centrados en las plantas similares a los que se experimentaron en Japón. Los operadores están entrenados para esperar lo inesperado – y planificar para ello. Las plantas nucleares estadounidenses tienen un expediente de seguridad estelar. A raíz del reciente terremoto y el huracán en la Costa del Atlántico, estas plantas respondieron y funcionaron debidamente. La industria nuclear del país, después de los huracanes Andrew y Katrina, hizo lo necesario para mejorar la seguridad. Después de los actos terroristas del 11 de septiembre del 2011, la industria revisó concienzudamente los temas de seguridad e invirtió unos $2 mil millones en mejoras de seguridad. Después del accidente de Fukushima Daiichi, la industria nuevamente está recalibrando sus sistemas para asegurar que reúnan los más altos estándares de seguridad.

Sin embargo, es imprescindible que apliquemos toda posible lección aprendida del accidente en Japón para que podamos continuar contando con una energía nuclear libre de emisiones como parte central de nuestra “cartera” de energía limpia sostenible, con seguridad. Mientras que la industria está trabajando para mejorar las medidas de seguridad que ya existen, hay otros que están tomando un enfoque menos productivo, usando esta crisis para promover la prohibición de todas las futuras inversiones en energía nuclear y el cierre de las plantas nucleares existentes, a pesar del apoyo continuado de la actual administración y de muchos legisladores.

A menudo, esas solicitudes emocionales no consideran los hechos. Plantas de energía nuclear en 31 estados suministran electricidad baja en carbón para uno de cada cinco hogares y negocios en los EE.UU. La energía nuclear limpia y segura siempre será parte de la “cartera” de energía de nuestro país. Tomaría décadas –billones de dólares– reemplazar esta capacidad. Esta es la nueva realidad después de Fukushima. Con un aumento en las necesidades de energía de los EE.UU. que se calcula crecerá en un 24% para el 2035, los EE.UU. no pueden darse el lujo de perder su energía de carga básica y necesitarán nuevas fuentes de energía.

Los críticos están pidiendo el uso de formas más limpias de energía, ignorando el hecho de que la energía nuclear sigue siendo una de las más limpias opciones de energía de nuestro país. Facilita el 70 por ciento de la energía libre de carbón del país cada año, y la necesidad seguirá aumentando a medida que se traten de frenar las emisiones dañinas. Las fuentes libres de emisiones como la energía nuclear, ofrecen energía segura, confiable y costeable para enfrentarse al crecimiento del país sin contaminar el aire.

No sólo es segura la energía nuclear –la industria constantemente trabaja para hacerla más segura– y limpia, sino que también crea trabajos. La actual tasa de desempleo en la Florida es de 10.7% y en el Condado Miami-Dade es de 12.5%. La industria nuclear puede ayudar a bajar estas cifras. La industria de energía nuclear de los EE.UU. ofrece empleados con altos salarios, a largo plazo, amplios programas de entrenamiento y becas y, debido a las tasas de retiro, habrá un aumento en la disponibilidad de empleos en los próximos tres años.

En la Florida, Progress Energy ha presentado una solicitud de licencia ante la NRC para construir dos nuevos reactores en el Condado Levy, y la Florida Power & Light espera construir dos reactores adicionales en el Condado Miami-Dade. Un nuevo reactor crea entre 1,400 y 1,800 empleos con altos salarios durante la construcción y entre 400 y 700 empleos durante la operación de la planta, dando como resultado $40 millones en ingresos totales por mano de obra y un promedio de $430 millones al año de beneficio total para la comunidad local.

Estas carreras bien remuneradas están disponibles para todos, y yo me siento alentada por el interés que he visto como copresidenta de la Clean and Safe Energy Coalition (CASEnergy) de parte del liderazgo de la comunidad hispana. CASE está comprometido con ofrecer los hechos e información a los miembros de la comunidad para que tomen decisiones bien documentadas sobre energía nuclear. Grupos como la Cámara de Comercio Hispana de los EE.UU. están atentos para asegurar que sus votantes estén representados como parte de la fuerza de trabajo nuclear del futuro.

Estamos comprometidos con ofrecer a los líderes hispanos la información necesaria para que tomen decisiones bien informadas sobre nuestro futuro energético, un futuro que incluye la energía nuclear como parte de una “cartera” diversa de energía limpia, segura y confiable para cubrir nuestras crecientes demandas. Mi sincera esperanza es que los miembros de la comunidad hispana aprenderán más y se unirán a aquellos que están aprovechando la oportunidad de ser parte de la nueva ola de profesionales en energía nuclear.

* (Christine Todd Whitman fue la administradora de la Agencia de Protección Ambiental y fue gobernadora de New Jersey. Ahora es copresidenta de la Clean and Safe Energy Coalition (Coalición de Energía Limpia y Segura) fundada por la industria nuclear.

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