Por…  Beatriz De Majo C.

El 2009 fue desastroso en términos de ingresos para las empresas dedicadas a la oferta de artículos de lujo.

Las ventas fueron las peores de la última década. Pero este año, el repunte ha sido realmente espectacular: las grandes marcas consiguieron que la demanda de sus productos se reactivara de manera sorprendente con una estrategia de nuevas inversiones y aperturas de nuevas tiendas.

Lo más llamativo es que China ha sido, en buena medida, la locomotora del surgimiento de lo sofisticado y de elevada calidad. No solo porque el gusto por lo lujoso parece haberse instalado dentro de sus fronteras, sino que, además, los grandes almacenes de alta gama, en Norteamérica y en Europa, se han nutrido significativamente con las compras de los turistas chinos.

Ocurre que si hace unos años el prototipo del consumidor de lujo a escala global era: mujer, de edad madura, europea o japonesa, hoy ese perfil ha cambiado sensiblemente y el consumidor interesado en ese rango de costosos productos es preferiblemente hombre, joven y chino.

Eso explica, en parte, por qué las ventas del sector del lujo en China crecieron más fuertemente que en cualquier otro lugar del planeta: 30% en lo que va de este año. A este paso, que contrasta con el sólido 10 por ciento de incremento global del sector, China se está encaminando a convertirse en el tercer mercado para este rango de bienes en los próximos cinco años, de acuerdo con lo que anticipa la firma consultora Bain & Co.

Una vez que las acciones de Luis Vuitton-Moet- Henessi grupo francés LVMH, Swatch, el relojero suizo, Hermés, el grupo dedicado a cuero y moda y los dueños de Cartier y Mont Blanc vieron el valor de sus acciones crecer en los últimos doce meses a razón de 50 por ciento, gracias al entusiasmo que sobre sus productos se ha creado en suelo chino, ese país pasó a convertirse en La Meca para todos los otros jugadores del mercado que apuestan a que el consumo del lujo sufra menos con las crisis que los productos de consumo masivo.

Firmas como Burberry’s, la casa de moda caracterizada por sus prendas con elegantes cuadros sobre fondos beige, acaba de decidir la apertura masiva de tiendas en China, luego de haber visto sus ventas catapultarse 32 por ciento en lo que va de 2010 en el país asiático.

Mientras Burberry’s, en el primer semestre de 2010 alcanzó ventas de 360 millones de dólares en toda Europa, solo en China éstas ascendieron a 277 millones.

Sin hablar del caso de la firma Prada, que ha anunciado que incursionará en la bolsa de Hong Kong por estar consciente de que el sostén principal de sus ventas a escala mundial proviene de la fortaleza de la demanda asiática y particularmente de la china.

Las ventas mundiales van a descender posiblemente dentro de este glamoroso mercado para el año que viene -es lo que piensan los analistas- debido a la debilidad del dólar.

Pero, por el contrario, China crecerá en 2011 en este mismo terreno. Sus ventas de lujo alcanzarán en 2010 los 13.000 millones de dólares, a lo que hay que agregar 11.000 millones adicionales de Macau, Hong Kong y Taiwán.

Estas son cifras que mueven montañas.

Suerte en sus inversiones…