Por  Graham Summers.

Muchos de los analistas han empezado a afirmar que estamos en una nueva tendencia alcista de ciclo en el mercado de acciones, y que cualquiera que apueste por otro colapso es un idiota.

Estas afirmanaciones no son sólo erróneas, sino que son completamente engañosas: bombo absurdo de fuentes intererasadas, cuyos puestos de trabajo e ingresos se derivan principalmente de las personas que permanecen alcistas.

La mayoría de las veces, son los mismos que afirmaron que el caso Bear Stearn marcó el final de la crisis financiera, y que la FED bombearía dinero para volvernos a situar en un mercado alcista.

La razón de que esto es totalmente erróneo es porque ¡esta recesión no es provocada por un exceso de inventarios!, que es el tipo de contracción económica que hemos vivido desde la Segunda Guerra Mundial. Esta recesión es un colapso deflacionista de la deuda, una ruptura a la burbuja de crédito que se ha creado durante 30 años, y que ha perjudicado los ingresos reales, los niveles de vida, y la estabilidad financiera.

Comparar esta recesión con cualquier otra desde la Segunda Guerra Mundial, es como comparar manzanas con naranjas. Una burbuja de deuda no se puede desinflar con más deuda, eso lo sabría hasta un chico de segundo grado.

Durante 30 años, nuestra economía creció hipotecando el futuro. El crecimiento económico se financió en gran parte por el uso de crédito. En términos simples, la economía creció en base a un imaginario, no a la demanda real. Burbuja de crédito que empujó las ventas y beneficios de las empresas, durante las décadas de los 70, 80 y 90. Las tasas de crecimiento del gasto consumidor fueron el doble de lo aconsejable y de lo que sería sano económicamente.

Esto condujo a la mayor burbuja de deuda de la historia (49 billones de dólares en el sector privado y 50 billones de dólares en el sector público). Una burbuja crediticia puede continuar hasta que ya no tienes dinero para pagarla. Eso sucedió en el sector privado en 2007. El sector público sigue aumentando su deuda, creando una burbuja aún mayor y con peores consecuencias.

Como todo el mundo sabe, sólo hay dos formas de tratar el problema de la deuda:

– O pagarla.

– O ser moroso.

Los consumidores de EEUU han empezado a utilizar ambas.

Desde Febrero a Mayo de este año, se han pagado 45.000 millones de dólares de deuda de tarjetas de crédito, y el crédito al consumo se ha reducido en unos 3.300 millones de dólares.

El máximo de la deuda del consumidor fue de 2,57 billones dólares (los otros 46 billones son empresariales). Así que hemos pagado 50.000 millones de dólares de esa totalidad, lo que significa, que aún queda el 98% de la deuda sin pagar, o pendiente de convertirse en impagada.

Aún queda un largo, largo camino por recorrer, antes que la actual crisis financiera finalice. Cualquiera que diga que el mercado bajista ha finalizado, es que no está mirando los datos, o basa esa afirmación en “intuiciones”.

Este rally está cerca de finalizar,  cualquiera que haya comprado acciones va a sufrir fuertes pérdidas.