Aquella mañana del 26 de Abril el Zorro recibió una carta de un joven bolsista. La leyó muy atentamente y se puso a escribir para corresponder al envío:
Estimado Sr.:
Me ha llenado de satisfacción haber recibido su carta a la que le doy pronta respuesta, esperando que esta sea de su agrado. En ella, me habla Usted de su irrefrenable atracción por la Bolsa y me pregunta que es lo mejor que puede hacer.
He aquí mi opinión:
Las Bolsas son fascinantes, ya que reúnen en si una parte del juego que siempre queremos ganar, con la promesa de la riqueza a la que todos aspiramos llegar algún día. Pero también es un mercado, un negocio lleno de trampas y de tramposos, de ilusos, de incautos, de listillos y ludópatas, de gente que busca el reconocimiento de los demás simplemente teniendo un acierto espectacular del que todo el mundo hable y del que poder presumir.
Frases como: “Esto tiene que tirar. “ Por técnico le queda recorrido”, “Ya verás como tengo razón”. “A la larga siempre se gana”.“ Operar en bajista es exactamente igual que en alcista”……. Se oyen continuamente en las tertulias y se leen incesantemente en la red.
En mis veinticinco años en los mercados un servidor ha visto casi de todo. Y digo casi, porque las Bolsas nunca dejarán de sorprendernos, tal como predicaba el Toro de Wall Street.
En el Cuento de Bosque y Bolsa, el bóvido americano comparaba la Bolsa con la agricultura. Hoy en día un servidor piensa que igualmente tiene muchas conexiones con el sexo.
Como en aquella practica, todo el mundo busca satisfacción. A unos les gusta dar y a otros que les den. Las fantasías sexuales están al orden del día. Unos se visten con ropa de diferente sexo y a otros les gustan que les den mamporros y hasta latigazos. ¡Encontrando en esto último un gran placer!.
Algunos se hacen pajas mentales con tal o cual valor. Y a otros, sus queridas los dejan sin un chavo. Existen tantas variantes practicas como la imaginación permita, llegándose, sino al bestialismo, si a cosas bestiales. Unos presumen más que mojan, y otros, que no paraban de hacerse los machotes, finalmente salen del armario confesando que son del otro bando, osea del de los perdedores.
Como un servidor se considera una persona de lo más liberal, defiende la libertad de cada uno y piensa que eso pertenece a la más estricta intimidad del ser humano. Aunque nunca me dejará de sorprender el actual masoquismo.
Actualmente mi mayor temor es que el Ministerio de Igualdad nos obligue, ¡por Ley!, a practicar a todos de la misma forma. Ya que hay maneras de entenderlo que no comparto. He aquí mi miedo a la referencia que puedan tomar para “igualarnos”.
Un servidor no puede decirle a Usted lo que debe hacer, pero si se atreve a sugerirle que descanse, que lea más, que viaje y vea mundo, eso si, renunciando visitar zonas erótico-exóticas y evitando “sitios” de mala reputación. Lo peor siempre es lo que pueda llegar hacer con su mente y su manos. Procure tenerlas entretenidas con virtuosos menesteres.
Si padece usted el mal conocido como adicción, le puedo recomendar un buen terapeuta. Debe admitir que está enfermo y que con el debido tiempo y tratamiento se puede curar. Aléjese de las tentaciones, lleve vida sana y quizá en el 2011 pueda volver a la practica. Verá lo bien que le sienta el descanso y lo placentero que será volver a poder darse un gustazo.
Si otra en particular me despido de Usted deseándole todo lo mejor y quedando a su disposición para lo que necesite.
Su seguro servidor que estrecha su mano.
Fdo. El Zorro