No sé si coincidirán conmigo ya que soy de los que pienso que Europa no quiere admitir que Grecia no tiene capacidad para devolver el dinero que se le ha prestado. Evitar un quebranto asumible ahora puede infligir un daño irreparable al euro antes de un año. Repasemos las cifras helenas para que si hay alguien que duda de mis palabras, vean que no es muy positivo tratar sólo los síntomas. Grecia debe ahora la friolera de 357.000 millones de euros y algo más de 100.000 que se le han prestado hace bien poco. Su déficit presupuestario es del 12% sobre el Producto Interior Bruto y el de su balanza comercial es del 10%. Asimismo, el crecimiento de su PIB es negativo (-4,5% en 2010) y en el último año el 10% de sus depósitos bancarios fueron retirados. Además como los helenos falsearon sus cuentas, Grecia es ahora mismo un país con una seguridad jurídica bajo sospecha, lo que le puede alejar posibles inversiones y acuerdos comerciales. Por último las impresionantes huelgas y manifestaciones de estos últimos meses han dañado su principal fuente de riqueza el turismo.
Nuestro país y sobre todo nuestros gobernantes, deberían escarmentar en cabeza ajena y aprender de los errores griegos. El remedio keynesiano de crear más deuda para pagar los intereses de lo que se debe siempre agrava el problema. El único remedio adecuado y real es el de tener superávit en las cuentas públicas, para lo que se debe reducir el gasto, bajar impuestos y hacer la reforma laboral que necesitan las empresas para generar empleo.
Supongo que el parche que Europa acaba de poner a Grecia va a suponer un alivio, momentáneo. El verdadero problema vendrá antes de un año, cuando Grecia, que es lo más probable, incumpla sus compromisos. España debería aprovechar este paréntesis de “tranquilidad” en la zona euro para avanzar en las reformas antes de que llegue la siguiente crisis helena. No hacerlo, que es lo más seguro, pondría al euro en peligro y Europa nos impondría unos recortes brutales en nuestro bienestar. Por eso, soy de la opinión que hacen falta elecciones, ya que de ese modo los nuevos jefes no tendrían complejos para tomar medidas con cuatro años por delante para poder gobernar.
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Salud y suerte en las inversiones, las vamos a necesitar