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Autor Tema: Bankia pierde ya 825 millones con el arbitraje de preferentes y subordinada  (Leído 140 veces)

Eguzki

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Bankia se ha apuntado ya una píérdida de 825 millones en el proceso de arbitraje de preferentes y deuda subordinada puesto en marcha por el FROB para devolver los ahorros a los clientes a los que se comercializaron de forma engañosa o inapropiada. En este procedimiento, ya han recuperado el dinero 37.000 de los 183.000 afectados que se adhirieron a íél, y la entidad espera que la cifra final "supere con creces el 50%" del total cuando concluya el arbitraje en los primeros meses de 2014. El banco que preside Josíé Ignacio Goirigolzarri cuenta con un colchón adicional de 969 millones para hacer frente a este coste, procedente de los 1.800 millones que supone como beneficio para Bankia la quita sufrida por los titulares de estos activos.

Según informó Josíé Sevilla, director general de presidencia de Bankia, en la presentación de sus resultados (el grupo BFA ganó 648 millones hasta septiembre), en el tercer trimestre la entidad ha provisionado 300 millones para el arbitraje, que se suman a los 525 que habí­a dotado ya en junio. Este dinero en principio se da por perdido; si finalmente el coste es menor, se recupera y el exceso se considera beneficio. Y lo más probable es que al final sea bastante más. ¿Cuánto? Es difí­cil de estimar a priori, pero el banco espera que el coste sea inferior a los 1.800 millones citados.

Como es sabido, Bankia recibió un rescate el año pasado de 22.424 millones, el mayor de la historia española. Para aminorar el coste para los contribuyentes, la troika (comisión Europea, BCE y FMI) impuso que los titulares de hí­bridos (mezcla de acciones y bonos), es decir, participaciones preferentes y deuda subordinada, sufrieran una quita que, lógicamente, computaba como beneficio y como capital para el banco. Visto de otra forma, esta quita suponí­a una plusvalí­a para el banco, que recompraba tí­tulos emitidos por íél a un precio inferior al de emisión, con lo que ganaba esa diferencia. Dicha quita supuso 1.800 millones aproximadamente, que sumados a la ampliación de capital por la que se canjearon estos tí­tulos por acciones, redujo el rescate en 6.500 millones.

Una vez restadas las provisiones ya realizadas, de los 1.800 millones quedan 969. Y el objetivo de Bankia es que el coste del arbitraje no supere ese colchón, es decir, que lo que pague para resarcir a los clientes no sea más de lo que ha ganado con la quita que les ha practicado... a ellos, y a todos los demás a los que no va a devolver el dinero, básicamente los inversores institucionales.

Este objetivo ha sido utilizado por los detractores del arbitraje para afirmar que Bankia quiere devolver lo menos posible a los clientes "estafados", que por eso es KPMG (el asesor independiente, presa de los conflictos de intereses) la que decide a quiíén se le devuelve y a quiíén no, y por eso tambiíén se ponen tantas pegas a los afectados en las sucursales, como negarse a que puedan llevarse los papeles del arbitraje de la oficina para poder estudiarlos tranquilamente en su casa. En este bando se sitúan principalmente los abogados que pretenden hacer negocio con los afectados, a los que cobran hasta el 50% de lo que recuperen, aunque sea en un proceso gratuito como el arbitraje (es decir, si van sin abogado recuperan el 100% y si van con íél, tienen que pagarle su porcentaje).

Por el contrario, la entidad recuerda que su único interíés, y el del FROB, es resarcir a cuantos afectados sea posible para conservarlos como clientes y para reducir el daño reputacional que ha sufrido por este asunto; "Si no quisiíéramos devolver el dinero, ¿para quíé habrí­amos puesto en marcha el arbitraje?", señala una fuente de la entidad. Asimismo, indica que, si bien es cierto que las solicitudes deben pasar el filtro de KPMG, una vez que tienen su visto bueno el laudo siempre da la razón al cliente y recupera su dinero sin ningún gasto para íél. Y que si no pasa dicho filtro, el cliente siempre puede ir a los tribunales de la mano de un abogado, ya que apuntarse al arbitraje no implica renunciar a ese derecho.

¿Quiíén pone el dinero si el coste del arbitraje se dispara?

El problema puede venir si el coste del arbitraje se dispara por encima de los 1.800 millones. En ese caso, la cuestión es quiíén pone el dinero adicional. El vicepresidente de la Comisión Europea, Joaquí­n Almunia, ha dejado claro en varias ocasiones que, si las preferentes se vendieron mal en España, es un problema exclusivo del paí­s del que no puede hacerse cargo el fondo de rescate europeo. "No parece lógico que el contribuyente estonio o eslovaco pague por las preferentes españolas", llegó a decir a finales del año pasado.

Por tanto, tendrá que ser la propia entidad con sus beneficios actuales la que cubra ese díéficit. Y si estos no bastan, tendrá que ser el Estado español el que se haga cargo a costa del díéficit o la deuda pública nacionales. No obstante, tanto el FROB como los actuales responsables de Bankia han negado en reiteradas ocasiones que el coste del arbitraje vaya a ser tan alto como para que no se pueda cubrir con el colchón más los resultados generados por la entidad. De hecho, Sevilla insistió ayer en que el objetivo es que no supere los 1.800 millones.