Por... Jorge Petinaud
Tras asumir la presidencia rotatoria del Grupo de los Ocho (G-8) en 2014, el presidente ruso, Vladimir Putin, instó a los socios del club de países más industrializados a compartir responsabilidades por el futuro progreso del mundo.
En una reflexión sobre las metas del foro, y de Rusia, en particular, Putin propuso a los miembros del G-8 considerar nuevos enfoques integrales en torno a los desafíos y amenazas más agudos a escala global.
Rusia recomendó a los socios pasar a la elaboración de mecanismos colectivos, llamados a poner bajo control los riesgos más agudos, indica la comunicación de Putin con el nuevo año y el inicio de la presidencia rusa en el Grupo de las economías de más desarrollo.
Ese conjunto está integrado además por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido, que fue sede en 2012.
En su opinión, es importante cubrir toda la cadena, desde la predicción, prevención de los fenómenos y amenazas, hasta la eliminación de sus potenciales consecuencias.
Putin destacó que el mundo en los últimos años no se ha vuelto más seguro, pero sí más complejo, mientras las amenazas al desarrollo sostenible son cada vez de naturaleza diversa.
Entre los problemas globales el gobernante mencionó la proliferación de focos de violencia, enfrentamientos fratricidas y quebranto del sistema del derecho internacional.
El planeta, observó el dignatario, es sacudido por las fluctuaciones de las coyunturas económicas, los desastres naturales y ambientales.
Constató la estrecha interrelación que existe entre los países y regiones del mundo, lo cual inexorablemente conduce a problemas de escala global.
En cuanto a las prioridades de Rusia en el G-8, Putin subrayó la lucha contra las amenazas del narcotráfico, el terrorismo, el extremismo y la solución de los conflictos regionales. Asimismo, identificó como clave las tareas enfiladas a la protección de la salud y la creación de un sistema global de control de riesgos asociados con desastres naturales y los provocados por el hombre.
Rusia está abierta al diálogo y a la cooperación, afirmó Putin, al convocar a los presidentes y jefes de Gobierno del G-8 a la cumbre de alto nivel programada para Sochi, el 4 y 5 de junio venidero.
El país euroasiático fue sede con anterioridad de una cita cimera en 2006, en San Petersburgo, durante su primera presidencia en el club elite de industrializados.
En 2013 Rusia ejerció la presidencia temporal del G-20, con una agenda centrada en los estímulos al desarrollo económico mundial sostenido y sustentable; la creación de empleos y una reforma del sistema financiero internacional.
La sede del G-8 se trasladará en 2015 a Alemania, luego de pasar de Reino Unido a Rusia este 1 de enero de 2014.