A pesar del objetivo a la carta permitido por el Gobierno, Cataluña tampoco cumplió el díéficit previsto del 1,58% en 2013. Así se desprende del dato que ayer facilitó el Gobierno sobre el agujero de las cuentas públicas de las autonomías hasta noviembre. En este mes, el díéficit del Ejecutivo de Artur Mas alcanzó los 3.370 millones de euros, es decir, el 1,96% de su PIB. Lo que significa que a un mes del fin del ejercicio ya superaba en casi cuatro díécimas (un 25%), más de 300 millones ese objetivo.
Todo esto sucede a pesar del seguimiento especial de Cristóbal Montoro del plan económico financiero de ajuste que presentó esta comunidad a principios de año al no cumplir el objetivo del año anterior. Tambiíén hay que sumar los sucesivos requerimientos «conminatorios» que desde Hacienda se le ha hecho para justificar las desviaciones detectadas y la inclusión de medidas nuevas que garantizaran el cumplimiento del objetivo de estabilidad.
En concreto, según el informe que ayer publicó el Ministerio de Hacienda, relativo al segundo semestre del año, Cataluña había inflado sus previsiones de ingresos. Comunicó medidas de recaudación «no justificadas en su importe total que no van a tener efecto en 2013». Adicionalmente, la comunidad justificó enajenación de inversiones por importe de 464,43 millones, de los que 320,48 se prevíén ejecutar en el último trimestre. Lo que genera «incertidumbre sobre su realización» a pesar de los documentos justificativos aportados. Es lo que parece haber sucedido por una parte al haber repuntado el díéficit en noviembre al mismo nivel con que cerró 2012 (1,96%).
La incertidumbre
En cuanto a los gastos, Hacienda señala que la reducción esperada «tambiíén incorpora incertidumbre» porque está sustentada en la limitación de los críéditos derivada de la prórroga presupuestaria cuyo efecto se prevíé materializar en el último trimestre. Este informe alerta de que las previsiones de cierre en materia de gastos no se van a cumplir porque la ejecución a lo largo del ejercicio no mostraba una contención progresiva del gasto que permitiera cumplir con el porcentaje de limitación de críéditos al tíérmino del ejercicio.
De acuerdo con lo anterior, estos datos «permiten concluir» que hasta la fecha «ha habido desviación en la aplicación de las medidas» y que las ejecutadas, junto con la previsión de cierre derivadas de ellas, «resultan insuficientes» para cumplir el objetivo de estabilidad fijado del 1,58%. Lo que significa que Cataluña sigue incumpliendo los planes de ajuste y que en 2014 deberá hacer un mayor ajuste, cercano a un punto más, ya que este año ya no existe el objetivo a la carta y todas las autonomías deberán cerrar con un díéficit del 1%.
Por otra parte, el Gobierno no logra retirar del foco de analistas extranjeros la incertidumbre de la secesión. La agencia de calificación de solvencia estadounidense Standard&Poor's distribuyó un informe entre sus clientes sobre la calidad crediticia de los países europeos y, en el capítulo de España, menciona como amenaza «la tensión con la Generalitat». «Creemos que las tensiones entre el Gobierno central y el de Cataluña continuarán y eso hace menos previsible saber quíé decisiones tomará el Gobierno para cumplir con el díéficit», afirma S&P. Este factor se añade a que, en su opinión, el plan de estabilidad del Ejecutivo para sujetar las cuentas públicas es ya «ambicioso» y la cuestión catalana es una amenaza adicional para su cumplimiento. Otro riesgo es que «la fatiga reformista del Gobierno puede aumentar al tener elecciones autonómicas y nacionales en 2015».
Las reuniones
Este informe de S&P sigue al publicado hace dos semanas por Moody's Analytics que situaba la cuestión catalana como el mayor «riesgo» para la recuperación de la economía española. Según publicó este diario el pasado domingo, el ministro de Economía, Luis de Guindos, aprovechó sus reuniones privadas con las agencias de calificación los pasados días 20 y 21 para pedirles que no den credibilidad a la Generalitat puesto que ni el Gobierno central ni la UE permitirán nunca la independencia.
En el más corto plazo, el problema no es sólo Cataluña. Según los datos facilitados ayer por Hacienda, de las cinco autonomías que incumplieron en 2012 el díéficit y que tuvieron que presentar planes de reequilibrio financiero, sólo Baleares (díéficit del 0,54% frente al 1,47% fijado para todo 2013) y Andalucía (1,13% frente al 1,5% a final de año) cumplen hasta noviembre por debajo del objetivo anual. Sin embargo, la Comunidad Valenciana alcanzó en noviembre el 2,01% frente al 1,6% previsto. Por su parte, Murcia llegó al 2,3%, más de siete díécimas por encima del 1,59% fijado.
En su conjunto, las 17 autonomías registraron en este mes un díéficit acumulado del 1,26%, muy cerca del 1,3% fijado. Sólo el País Vasco registra un moderado superávit del 0,16%. Además, de las anteriores Aragón, Galicia y Madrid registran saldos negativos superiores al objetivo del año. Tambiíén Navarra (2,19%), pero se debe al cómputo de sus cuentas con diferente calendario de ingresos y gastos que el resto de regiones. Madrid, sin embargo, lo niega: «a nosotros nos sale que está por debajo del 1% y acabaremos el año por debajo del 1,07% fijado».
