Otro proyecto fantasma de la Junta de Andalucía. No existe ni una sola compañía aeronáutica del mundo que construya drones civiles de tamaño medio (a partir de 650 kilos), pero esto no impedirá que el Gobierno andaluz se gaste nueve millones de euros (40 millones cuesta todo el proyecto) en el “primer centro español de experimentación de aviones no tripulados de grandes dimensiones y tecnología avanzadasâ€. Está situado en Moguer (Huelva), dentro del Parque Natural de Doñana, y, como adelantó El Confidencial, en zona de tránsito de linces ibíéricos.
“En el mercado no existe ningún avión tripulado para uso civil de tamaño medio o grande. ¿Para quíé van a construir una pista donde no va a volar nadie? No tiene ninguna lógicaâ€, resalta a este diario un experto aeronáutico español. La iniciativa carece de cualquier viabilidad económica posible: hasta dentro de diez años no está previsto que se desarrollen estos prototipos, que carecen de normativa y que sólo podrían operar –nunca ahora– apenas dos vuelos al mes.
La Junta garantiza que la iniciativa, “de interíés estratíégicoâ€, como ayer se aprobó en el Consejo de Gobierno, creará 250 empleos directos y 500 indirectos de alta cualificación. Estas cifras contrastan con las que ofrece el sector: para la obra civil de la pista, que podría durar seis meses, se necesitarían 50 personas y entre el director, personal tíécnico y efectivos de seguridad la plantilla no superaría los diez empleados. El proyecto CEUS lo lidera la Consejería de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo que dirige Josíé Sánchez Maldonado, en la picota tras las revelaciones de este periódico de la finca ilegal del ya exdirector general de la Energía, a travíés de la agencia IDEA, vinculada al escándalo de los ERE falsos. Nadie de la Consejería quiso hacer declaraciones este diario.
Disparos y despegues
El Instituto Nacional de Tíécnica Aeroespacial (INTA), en cooperación con la Agencia de Innovación y Desarrollo de Andalucía (IDEA) y el Ministerio de Economía y Competitividad, impulsan esta iniciativa radicada en el paraje de El Arenosillo, donde se ubica un polígono de tiro del Ejíército de Tierra incompatible con una pista de vuelo para aviones no tripulados. “Se pueden juntar disparos con el despegue de aeronavesâ€, denuncian fuentes del sector, que tambiíén se preguntan: “¿Se tiene que cerrar la base los días que hay tiros?â€.
Ni la Junta, ni el Ministerio de Defensa, ni el Ministerio de Economía y Competitividad han consignado en sus presupuestos los 40 millones de euros necesarios. A pesar de ello, el Gobierno andaluz quiere empezar las obras este mismo año. La Junta acaba de poner en marcha el primer Centro de Vuelos Experimentales Atlas de reducido tamaño (menos de 650 kilos). Ubicado en el municipio jienense de Villacarrillo, el Gobierno andaluz ha invertido en esta infraestructura 4,5 millones de euros a travíés de los fondos FEDER.
El Ejíército no colaborará con este proyecto, que gestiona el INTA, al contar con fondos públicos FEDER. Este organismo podría incluso ser denunciado por firmar un contrato para volar en una pista que no se puede utilizar, según fuentes del Ejíército del Aire consultadas por El Confidencial. “INTA quiere participar en CEUS porque no tiene proyectos a largo plazo, está vacío de contenido. Y quieren meter la cabeza como seaâ€, señalan fuentes militares. Actualmente, todos los drones superiores a 650 kilos son militares y tienen que volar desde bases del Ejíército.
Otro de los inconvenientes del proyecto, situado en 75 hectáreas de un monte público quemado hace 15 años en Doñana, es su proximidad a los aeropuertos de Jerez, Rota y Faro (en El Algarve portuguíés) y la base de Rota (Cádiz). El Arenosillo comparte un espacio aíéreo común con estas instalaciones, sin contar con la reciente autorización para construir el aeropuerto de Huelva, situado a menos de 20 kilómetros de la zona.