Así saquíé adelante la idea de mi negocio
P. í. en Cinco Días
Nunca ha sido fácil. Es la conclusión a la que se llega tras escuchar los testimonios de los emprendedores que lograron obtener recursos económicos con los que sacar adelante sus proyectos de empresa. Hace ya una díécada que el abulense Jesús Encinar, formado en Harvard y máximo responsable del portal inmobiliario Idealista.com, decidió poner en marcha su idea de negocio. "No tenía experiencia como emprendedor, tampoco sabía de tecnología y nada del sector inmobiliario. Lo único que tenía era unas ganas locas de hacer cosas y de comerme el mundo". Y con hambre se puso a buscar financiación. "Me encontríé hace 10 años con que las firmas de capital riesgo ni tenían capital ni asumían riesgos, y menos para las empresas de tecnología". Encinar presentó su plan de negocio a 150 organizaciones.
Finalmente encontró, y no duda en dar sus nombres, apoyo en el banco Santander, BBVA, Caja Madrid, La Caixa, Bankinter, Terra y Endesa. "La clave del negocio está en el equipo, no en la financiación. Esto no es cuestión de fuerza bruta sino de talento". No fue el único proyecto que desarrolló. Jesús Encinar es el fundador de la red social 11870, donde acaba de entrar como socio con el 33% el grupo de comunicación Vocento, y de Rockola, entre otras empresas, donde tambiíén está como inversor, Top Rural o Rentalia. "Me chirría compararnos con los países de nuestro entorno, que se encuentran entre los menos innovadores, cuando deberíamos hacerlo con los lugares donde más se emprende, como Corea del Sur o Estados Unidos, países que a pesar de la crisis crecen e innovan".
En su opinión, en España habría que cambiar algunos factores que impiden la creación y desarrollo de empresas. Por ejemplo, las barreras que existen a la creación de planes de opciones sobre acciones para empleados, "es una manera de atraer talento", el impuesto de ampliación de capitales para las empresas emprendedoras y el IVA, "hay muchas compañías que han tenido que cerrar por este impuesto".
Encinar participó junto a otros empresarios en una jornada sobre Financiación de emprendedores, un motor para la recuperación, organizada por la APD, Knowsquare y La Caixa. Con ganas y con la idea de revolucionar el sector de la electrónica de consumo, dominado por grandes marcas multinacionales, nació en 2002 la compañía Blusens, ubicada en Santiago de Compostela. Josíé Ramón García tenía por entonces 28 años, no disponía de patrimonio alguno ni tampoco de capital. Contaba con 3.006 euros y necesitaba un millón de euros "y ninguna entidad financiera estaba dispuesta a dármelo". Así que decidió, "con la soledad que acompaña al emprendedor", invertir el proceso: primero vendió el producto a los distribuidores y ya con un compromiso de compra en la cartera decidió ofrecíérselo a los bancos. Consiguió 300.000 euros en cada entidad: Banesto, BBVA y Banco Popular. "Vieron que se trataba de una iniciativa diseñada para ser diferentes e innovadores, crecer a un ritmo vertiginoso y aportar savia nueva a un sector necesitado de cambio. El objetivo era, y es, hacerlo mejor que los demás", dice García. Siete años más tarde Blusens ha superado con creces el objetivo inicial, su crecimiento hasta ahora ha sido de un 200% anual y cuenta con un plan de internacionalización en 50 países.
Con la hipoteca de nueve pisos y la venta de un taxi
Josíé Núñez, presidente de Alquimia, necesitó toda la ayuda inimaginable para poner arrancar Alquimia Soluciones Ambientales, cuya iniciativa de Centro de Investigación y Desarrollo para la Recuperación Ambiental (Cidra) obtuvo el Premio CincoDías a la acción empresarial más innovadora ligada a la Universidad. Alquimia, fundada en 2005, es la primera spin-off nacida de la Universidad de Castilla-La Mancha fruto de la asociación de profesores de esta institución y de la Universidad Rey Juan Carlos, de Madrid. "Lograr socios industriales era difícil, pero arrancamos con la hipoteca de nueve pisos y la venta del taxi de un señor que conocí y decidió ayudarnos. Hoy es socio".