Por... LUIS ALONSO LUGO
SEUL -- El ministro brasileño de Hacienda Guido Mantega calificó el viernes como "iníédito" que el G-20 haya permitido a países emergentes adoptar medidas macroprudenciales si necesitan evitar las consecuencias de un flujo masivo de capitales.
"Fue acordado que los países emergentes que puedan sufrir impacto por flujo de capitales puedan tomar medidas macroprudenciales", dijo Mantega en conferencia de prensa sobre la declaración emitida por los presidentes asistentes a la cumbre de dos días. "Es iníédito que podamos controlar los capitales excesivos, absolutamente iníédito. Ya estamos aplicando medidas macroprudenciales, pero (este documento) es un reconocimiento a la necesidad, ya no se considera una violación" ante la comunidad internacional.
Brasil ha adoptado medidas macroprudenciales -como la imposición de impuestos a la compra de títulos brasileños y transacciones en el mercado a futuro a inversionistas extranjeros-, con el objeto de evitar la revalozarización del real y la píérdida de competitividad de las exportaciones, ante un flujo de capital extranjero impulsado por las bajas tasas de interíés en Estados Unidos.
Mantega tambiíén dijo que la declaración representa "un avance muy grande" porque reconoce oficialmente desbalances como el desequilibrio de balanzas de pago, de cuentas corriente y el cambiario.
Sostuvo que la posibilidad de una "guerra de divisas" se mantiene, pero que ahora los países "podemos usar instrumentos para acabar o disminuir su intensidad".
Los líderes del G-20 emitieron un comunicado recatado, que sólo señala que están de acuerdo en evitar una "devaluación competitiva" de sus monedas.
Pero Mantega dijo no entender el pesimismo que rodea a las negociaciones del G-20.
"Soy optimista. He visto que el G-20 ha funcionado", señaló. "Los ministros no viajamos 30 horas sólo para perder el tiempo. Hacemos un trabajo. Existen conflictos, pero se llegan a acuerdos".
La próxima reunión del G20 será en el 2011 en Francia.