Aumentar la edad de jubilación no es la solución, la presión continuará
Fuente: elEconomista
La prensa internacional se ha hecho eco inmediato de la decisión del Gobierno de Josíé Luis Rodríguez Zapatero de aumentar la edad de jubilación hasta los 67 años, desde los 65 actuales. Una decisión que según algunos es el plan B en la manga despuíés de la decepción colectiva al proyecto de inyectar 20.000 millones de euros a las cajas de ahorros, algo que "no ha ayudado rebajar los costes de financiación de deuda de la nación", reza la agencia Bloomberg.
Olaf Penninga, gestor de Robeco Group, un fondo de Rotterdam que gestiona 147.000 millones de dólares en activos aseguraba que la decisión del Ejecutivo español "es buena pero bajo ninguna circunstancia es la bala de plata, ya que la presión sobre España continuará en los mercados de financiación". Desde su punto de vista será "difícil convencer a todo el mundo de un proyecto tan a largo plazo como es una reforma de pensiones", señaló.
Desde la London School of Economics, Doug Elliot, experto en pensiones, explicó al Wall Street Journal que "no podemos dejar que el factor sentimental inmovilice la política de las pensiones para siempre", en referencia a los que critican que el aumento de la edad de jubilación reducirá los beneficios para las clases obreras.
El New York Times apuntaba que el Gobierno quiere con esta decisión ofrecer un voto de confianza al mercado, aunque la decisión desemboque en propuestas populares. El rotativo cita a Pablo Vazquez, economista de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada, al asegurar que el aumento de la edad de jubilación "aumenta la credibilidad de España".
La agencia internacional Reuters mencionaba las palabras de un economista que no quiso ser citado en las que se ponía en duda esta decisión. "Esta reforma no es tan urgente como otras, veremos a ver si consigue recuperar cierta credibilidad del mercado", señaló.