El reactor número tres del dañado complejo nuclear de Fukushima Daiichi ha registrado una explosión de hidrógeno en la madrugada del lunes
Se trata del segundo accidente en la central tras la explosión que hizo saltar todas las alarmas el pasado viernes, tras el devastador terremoto y 'tsunami'. El último dato de víctimas indica que hay 11 personas heridas, entre ellos se encuentran al menos un soldado del Ejíército japoníés, que ha sufrido diversas fracturas.
En los primeros minutos tras el accidente, el portavoz gubernamental, Yukio Edano, ha explicado que la explosión en el recipiente secundario de contención del reactor no lo ha dañado, si bien no ha descartado la posibilidad de que se haya producido una fuga radiactiva. Por su parte, la empresa operadora, Tokyo Elecytric Powe Co (TEPCO), ha confirmado que la capa del reactor no se ha visto perjudicada. Edano aseguró que el recipiente primario del reactor está intacto y que a las 11.36 hora local (02.36 GMT), una media hora despuíés de la explosión, el nivel de radiactividad a cinco kilómetros del lugar era similar a la de antes de la explosión.
Riesgos para la salud
Una explosión de las mismas características tuvo lugar el pasado sábado en el reactor 1 de la central nuclear de Fukushima (a unos 240 kilómetros al noreste de Tokio).
El riesgo que entraña la explosión del reactor número tres es más grave, dado que es el único en la planta que utiliza una mezcla de combustible de plutonio, apunta la BBC en su sitio web.
El Gobierno japoníés había advertido este domingo de la posibilidad de que tuviera lugar una nueva explosión, tras reconocer varios fallos en los sistemas de refrigeración de los reactores uno, dos y tres que hacían necesaria la inyección de agua marina para su refrigeración. El propio ministro japoníés, Naoto Kan, admitió poco antes de que se produjera el nuevo incidente que la situación continuaba siendo "alarmante".
El viento, a favor
Varios medios locales han informado de que se espera que tras la explosión, el viento, que va en dirección este, lleve la radiación hacia el Pacífico, y no hacia el interior del país.
Pese a que se había ordenado evacuar un radio de veinte kilómetros en torno a la central, unas 500 personas que todavía permanecían en ese perímetro en el momento de la explosión están siendo trasladadas a otros lugares, añadió Edano.
La Agencia de Seguridad Nuclear nipona había hecho poco antes un llamamiento para que esos residentes permanecieran en sus casas, cerrasen las ventanas y apagasen los sistemas de ventilación con el fin de evitar una eventual contaminación.
El gobernador de Tokio, Shintaro Ishihara, ha ordenado medir la radiación en la capital. Un portavoz de la empresa operadora de la planta, Tokyo Elecytric Powe Co (TEPCO) ha asegurado que la radiación medida a las 11:44 (hora local), unos 25 minutos despuíés de la explosión, fue de sólo 20 microsievert por hora, muy por debajo de los valores permitidos de 500 microsievert.