El precio de la gasolina es un elemento disuasorio para el consumidor que sufre en sus bolsillos una subida continuada hasta los niveles ríécord. Las ventas de carburantes de automoción se han reducido en los dos primeros meses del año un 10% en comparación con el mismo periodo de 2010, que había registrado alguna bajada. La patronal de las gasolineras vincula el descenso de este año al fuerte encarecimiento del petróleo y a su traslado a las gasolinas. Así lo explicó a Servimedia el asesor de presidencia de la Confederación Española de Empresarios de Estaciones de Servicio (CEEES), Vicente Nacher.
Según indicó este directivo, el consumo de gasolinas "sigue bajando" cuando ya se pensaba que había tocado fondo. "La gente, cuando le tocas el bolsillo, reacciona", explicó Nacher.
En cuanto al nuevo límite máximo de velocidad fijado por el Gobierno en 110 kilómetros por hora para autopistas y autovías, esta organización no ha notado que estíé repercutiendo de ningún modo en la demanda.
En su opinión, además, esta no es la opción más adecuada para reducir el consumo de combustible. Según su experiencia, se optimizaría más tomando medidas no en autopistas, sino en las vías urbanas.
La CEEES tampoco ha percibido modificaciones en el tipo de carburante que se pide en el surtidor. De este modo, no ha habido un aumento de la demanda de diíésel con aditivos, una modalidad que permite que el depósito rinda más.