Braulio Medel, presidente de Unicaja, está buscando la forma de romper definitivamente la fusión con Caja España de Inversiones (Ceiss). Como Oliver Wyman ha aprobado la entidad fusionada, le ha dejado sin la mejor excusa posible para acabar con el proyecto y le ha forzado a buscar otra. í‰sta se la puede proporcionar ahora el propio Banco de España, que ha exigido a Ceiss un plan de recapitalización en solitario que incluirá fuertes exigencias como en el conjunto de las entidades nacionalizadas.
El Banco de España envió una carta el día 2 de octubre al presidente de Ceiss, Evaristo del Canto, en la que le exigía presentar dos planes distintos al supervisor: uno en el supuesto de que la fusión con Unicaja siguiera adelante y otro en solitario. Desde entonces, representantes de la entidad han mantenido varias reuniones con el subgobernador, Fernando Restoy, el director ejecutivo del FROB, Pedro Comín, y el director general de Supervisión, Jerónimo Martínez Tello, según fuentes conocedoras de la situación.
En estas reuniones se está negociando este plan en solitario, que incluye duras condiciones, como la venta de participadas y negocios, recorte de oficinas y plantilla, así como el traspaso de los activos tóxicos al ‘banco malo’. Tambiíén contemplaría una inyección de dinero público para cubrir parte del díéficit de capital de 2.063 millones detectado por Oliver Wyman en la entidad castellano-leonesa en solitario. Por contraste, la fusión con Unicaja arrojaba un superávit de 128 millones.
Estos requisitos son los que Medel pretende utilizar como coartada para tratar de romper una fusión que nunca le ha gustado y a la que accedió por presiones del Gobierno, para dar una solución a Ceiss que evitara su nacionalización. El argumento de Medel es que, “si en solitario Caja España tiene que hacer todos esos ajustes, lo lógico sería que los hiciera tambiíén si es Unicaja quien pone el capital en vez del Estadoâ€, según una de las fuentes consultadas. Y la conclusión es que “no estamos en condiciones de asumir una entidad con esas necesidades†en las condiciones actuales.
De hecho, ya empezó a preparar el terreno hace unos días con unas declaraciones en las que aseguraba que el proyecto tiene que ·redefinirse y adaptarse· al nuevo marco financiero. A juicio de Medel, se han fijado unas condiciones que han supuesto ·un cambio muy profundo· y ·no una cuestión de mero maquillaje· en el funcionamiento de la banca española. El presidente de Unicaja señaló que ·lo raro sería que el proyecto de integración no tuviera que adaptarse a ese nuevo marco·; y, por tanto, ·en eso estamos·, concretamente ·en fase de adaptar los tíérminos del acuerdo· a la situación del nuevo marco financiero, sobre el cual ·quedan muchas cosas por adaptar y definir·. Entre ellas, el diseño final del ‘banco malo’.
Y añadió que cuando asume un compromiso lo hace con la decidida voluntad de cumplirlo·. Ello, ·salvo que las circunstancias y los tíérminos exógenos a ese acuerdo cambien de tal manera que sea imposible cumplirlo en los tíérminos inicialmente planteados·. Ahí está el quid de la cuestión, puesto que Unicaja está planteando al Banco de España precisamente que las nuevas circunstancias hacen inviable el proyecto.
Ceiss puede llevarse por delante a Unicaja
Un suspenso en los test de estríés habría facilitado mucho las cosas a Unicaja, al igual que ha ocurrido con Ibercaja, que ha encontrado en el informe de Oliver Wyman la coartada perfecta para romper la fusión con Libercaja y Caja3. De hecho, tanto la aragonesa como la andaluza consiguieron que el Banco de España autorizara que los test de estríés se hicieran con el supuesto de que se completaban sus fusiones y con el de que se rompían, para poder decidir lo que más les convenía.
Detrás de las reticencias de Unicaja se encuentra la delicadísima situación de Ceiss, que resumía recientemente S. McCoy: “Las cifras de Ceiss son para salir corriendo, tanto en el negocio ordinario (con una sorprendente contracción del margen de intereses y del margen bruto frente al aumento sectorial y sin mejora en los gastos de transformación) como en el balance donde la morosidad se le dispara 5 puntos porcentuales, un 66%, en apenas seis meses, de modo tal que su tasa de cobertura queda reducida a niveles irrisoriosâ€.
Así las cosas, para evitar la ruptura Unicaja plantearía nuevas exigencias, como nuevas ayudas públicas o el traspaso de sus activos tóxicos al ‘banco malo’ antes de hacerse cargo de la entidad. Unicaja ya consiguió en marzo que el Banco de España le otorgara 475 millones en CoCos y una línea de disponibilidad de hasta 1.025 millones más -aparte de dejar fuera de la fusión los 525 millones que el FROB prestó a Caja España-Duero en 2010- para mantener viva la operación.
Si al final se rompe la operación, sería el quinto intento frustrado de fusión de Medel, despuíés de los sucesivos fracasos del malagueño con CCM, CajaSur, CajaSol (que prefirió unirse a Banca Cívica) e Ibercaja.