CAPíTULO III 8
Brevemente analizó en lo que sigue los elementos principales contenidos en estos tres puntos anteriores.
6. Una vieja conocida: La globalización financieraEn una de sus facetas principales, la llamada globalización es globalización financiera. Esta última toma la forma de una deriva global de inmensas masas de capitales que existen solamente como registro contable, sin respaldo real en la producción. Su carácter ficticio define asimismo su sesgo especulativo. Y justo este par de características originan lo que son, a un mismo tiempo, su potencialidad y su desgracia. La potencialidad de inflar inmensos auges especulativos, y la desgracia de que íéstos siempre son transitorios y usualmente conducen a derrumbes catastróficos.
Los grandes desequilibrios de la economía estadounidense -es decir, su tendencia estructural a gastar por encima de lo que produce- ha sido, con seguridad, uno de los principales motores impulsores de esta globalización financiera. La razón: los dólares con que Estados Unidos paga sus excesos inundan la economía mundial y alimentan permanentemente la especulación financiera. Ya lo decíamos: esa es la enorme ventaja que da tener una moneda nacional que tambiíén es moneda mundial.
Estos capitales financieros se mueven como al modo de enormes mareas que experimentan flujos y reflujos periódicos. Llegan en forma masiva a un país -del cual se “enamoran†por alguna sinrazón que los atrapa- y recalientan su economía. Y luego, por alguna otra tontería igualmente irracional, se asustan y, tumultuosos, abandonan ese país y lo precipitan en la crisis. Una y otra vez -con apenas variantes secundarias- hemos visto repetirse este patrón. Así se ha constatado en los últimos lustros, desde el “efecto tequila†mexicano a las sucesivas crisis posteriores: Asia Oriental, Rusia, Brasil, Argentina, Turquía. Lo realmente extraordinario es que ahora el problema se manifiesta en el corazón mismo del capitalismo mundial: los Estados Unidos.
Incluso Krugman -en el artículo que citíé anteriormente- admite que la actual crisis hipotecaria en Estados Unidos comparte importantes rasgos con crisis similares que han vivido países del tercer mundo. Se origina, principalmente, en la afluencia masiva de capitales financieros que recalentaron al extremo el sector inmobiliario estadounidense e indujeron una serie de comportamientos especulativos, supremamente irresponsables, los cuales no solo están provocando hoy día que millones de familias estadounidenses se queden sin casa sino que, además, hacen que las píérdidas que esto provoca se extiendan ampliamente a todo el sistema financiero gringo y mucho más allá.
La deriva global de los capitales especulativos -que en buena medida es alimentada por los excesos de la economía estadounidense- en este caso se concatena directamente con esos excesos: vino a financiar un auge inmobiliario que, a su vez, alimentó un período de crecimiento (2002-2006) donde los desequilibrios se agudizaron significativamente hasta límites que, sin duda, resultan peligrosos para la estabilidad de la economía mundial. Esto último se hace manifiesto en la generalización de las píérdidas derivadas de la crisis inmobiliaria a bancos no estadounidenses; en la inestabilidad de las bolsas de valores a nivel mundial; en el riesgo -nada descabellado- de una recesión global. Incluso en el peligro, no conjurado, de un derrumbe del dólar.
7. ¿Más de lo mismo?Este no es un problema de corto plazo pero, cosa notable, está siendo enfrentado por las autoridades estadounidenses como si lo fuera. Para los operadores del capital especulativo -que tienen su asiento en bancos transnacionales y bolsas de valores- todo se reduce a lograr que los índices bursátiles aumenten de nuevo y con ese fin han ejercido presiones salvajes sobre la Reserva Federal, a fin de que íésta baje las tasas de interíés. Su visión es extremadamente cortoplacista y estrecha. A las autoridades económicas, así como al establishment intelectual y las íélites políticas, les habría tocado aportar una visión más amplia y crítica. Pero, con escasas excepciones, íése no es el caso, quizá porque ello supondría cuestionar de raíz el orden actual, donde los intereses corporativos y financieros se imponen ampliamente, imponiendo de paso su ideología.
El caso es que, complaciente con los intereses financieros, la Reserva Federal ha disminuido aceleradamente las tasas de interíés y en tan solo los últimos nueve días de enero la recortó de 4,25% a 3,0%. Es como si dijeran: sigamos la fiesta, consumamos, gastemos, que el resto del mundo paga la cuenta. No se ve cómo sostener esta estrategia, cuando la inflación en 2007 (4,1%) ha sido la más alta en muchos años, y el dólar perdió -tan solo en el último año- alrededor de un 15% de su valor frente al euro. Intentar llevar las tasas de interíés incluso por debajo de la inflación pretende una sola cosa: promover el gasto desorbitado. Y, a la par, ello podría ser una buena manera de agudizar la marcada debilidad que el dólar manifiesta, especialmente cuando al mismo tiempo Bush anuncia un presupuesto federal que dispara a U$S 410 mil millones el díéficit para 2008 (un 2,9% del PIB). (9) Ello incluye recortes sustanciales en salud y educación; rebajas impositivas para los más ricos y grandes incrementos del gasto militar. Hay una palabra que sintetiza lo que esto significa: demencia.
Aún están por verse los verdaderos alcances de la crisis. Un recuento difundido recientemente desde el sitio BBC News (10), daba cuenta de píérdidas combinadas por U$S 91 mil millones, reportadas por los quince principales bancos -seis europeos y nueve estadounidenses- directa o indirectamente afectados por la crisis hipotecaria. A la lista de siniestrados se unieron hace pocos días los tres mayores bancos japoneses -Mitsubichi UFJ; Mizuho y Sumitomo Mitsui- con píérdidas conjuntas por casi U$S 52 mil millones (11), vinculadas, por supuesto, al desastre hipotecario estadounidense. Entre tanto, crecen los rumores acerca de los problemas que estarían enfrentando compañías aseguradoras. En particular un reportaje en The New York Times (12) menciona dos: MBIA y Ambac Financial Group, acerca de las cuales se especula que, en conjunto, tendrían píérdidas por U$S 24 mil millones de dólares. Así, cobran sentido las estimaciones que se difunden, en el sentido de que las píérdidas totales podrían llegar a los U$S 400 mil millones.
Evidentemente todo esto conlleva un sacudón brutal sobre el sistema financiero de Estados Unidos y, quizá, el del mundo entero. Pareciera inevitable la recesión, la cual quizá ya está en curso. Y aunque probablemente sea la más severa en díécadas, seguro no provocará el derrumbe del capitalismo. Pero, cuanto menos, podría traer consigo algún saneamiento que restablezca un mínimo de racionalidad. O sea, que amaine un poco la demencia y se restituya una elemental noción de justicia.
Sin embargo, y excepto que la crisis se profundice gravemente, ello no se ve factible. En cambio, las decisiones recientes de la Reserva Federal, así como el presupuesto de Bush, nos muestran una cosa: los intereses financieros-especulativos que provocaron el desastre, siguen, de lo más campantes, al comando del navío.
Notas:
1) China alcanza u superávit comercial ríécord de 262.000 millones de dólares en 2007, Disc@pnet, 11 de enero de 2008, disponible en:
http://www.discapnet.es/Discapnet/Castellano/Actualidad/Nueva_Hemeroteca/detalle?id=170637 (Consultado el 1-2-2008).
2) Johnson, Chalmers, Going Bankrupt. Why the Debt Crisis Is Now the Greatest Threat to the American Republic, The Nation Institute. Disponible en:
http://www.tomdispatch.com/post/174884/chalmers_johnson_how_to_sink_america (consultado el 1-2-2008).
3) Amador, Híéctor, Díéficit fiscal y corriente en EU, los terribles gemelos, Revista Fortuna, disponible en:
http://revistafortuna.com.mx/opciones/archivo/2005/julio/html/nglobales/deficit.htm (consultado el 22-1-2008).
4) Johnson, Chalmers, op. cit.
5) US economy at a glance, BBC News, disponible en:
http://news.bbc.co.uk/go/pr/fr/-/2/hi/business/7217227.stm (consultado el 1-2-2008).
6) Krugman, Paul, Don’t cry for me, America, The New York Times, 18 de enero de 2008, disponible en:
http://www.nytimes.com/2008/01/18/opinion/18krugman.html?_r=1&th&emc=th&oref=slogin (consultado el 19-1-2008).
7) Johnson, Chalmers, op. cit.
Idem.
9) Bush propone un presupuesto que amplía el gasto en defensa y lo recorta en medidas sociales, El País, 4 de febrero de 2008 en:
http://www.elpais.com/articulo/economia/Bush/propone/presupuesto/amplia/gasto/defensa/recorta/medidas/sociales/elpepueco/20080204elpepueco_13/Tes (consultado el 4-2-2008).
10) Merrill Lynch posts $7.8bn loss, BBC News, 17 de enero de 2008, disponible en:
http://news.bbc.co.uk/go/pr/fr/-/2/hi/business/7193915.stm (consultado el 17-1-2008).
11) Crisis hipotecaria golpea a bancos japoneses, La Nación, 4 de Febrero de 2008, p. 29A.
12) A warning on insurers frays nerves, The New York Times, 31 de enero de 2008, disponible en:
http://www.nytimes.com/2008/01/31/business/31bonded-web.html?th&emc=th (consultado el 17-1-2008).