La economía mundial está comenzando a tocar fondo y salir de la peor recesión y crisis financiera desde la Gran Depresión. En el cuarto trimestre de 2008 y el primer trimestre de 2009, la tasa a la cual la mayoría de las economías avanzadas se estaba contrayendo era similar a la caída libre del PIB en las primeras etapas de la Depresión. Después, a finales del año pasado, las autoridades monetarias que habían estado por detrás de la crisis comenzaron a usar la mayoría de las armas de su arsenal.
Ese esfuerzo funcionó y la caída libre de la economía se suavizó. Ahora hay tres cuestiones abiertas respecto a las perspectivas futuras. ¿Cuándo la recesión mundial finalizará? ¿Cómo será la figura de recuperación? ¿Hay riesgos de una recaída?.
Respecto a la primera cuestión parece que la economía mundial tocará fondo en la segunda mitad del 2009. En muchas economías avanzadas (los Estados Unidos, Reino Unido, España, Italia y otros miembros de la Eurozona) y algunas economías de mercados emergentes (principalmente en Europa) la recesión no habrá formalmente finalizado antes de fin de año, ya que los brotes verdes todavía están mezclados malas hierbas. En otras economías avanzadas (Australia, Alemania, Francia y Japón) y la mayoría de los mercados emergentes (China, India, Brasil y otras partes de Asia y Latinoamérica) la recuperación ya ha comenzado.
Respecto a la segunda cuestión el debate se encuentra entre aquellos – la mayoría del consenso económico – que esperan una recuperación en V con un rápido regreso al crecimiento y aquellos – entre los que me encuentro – que piensan que será una recuperación en U, anémica y por debajo de la tendencia al menos durante un par de años, después de una par de trimestres de rápido crecimiento debido a la reconstrucción de inventarios y una recuperación de la producción desde niveles de Depresión.
Hay varios argumentos para esperar una débil recuperación en U. El empleo todavía está descendiendo fuertemente en los Estados Unidos y en otros lugares – en economías avanzadas, el desempleo se encontrará por encima del 10% en el 2010. Esta es una mala noticia para la demanda y para las pérdidas de los bancos, pero también para trabajadores cualificados, un factor clave tras el crecimiento de largo plazo de la productividad laboral.
Segundo, esta es una crisis de solvencia, no solo de liquidez, pero el verdadero desapalancamiento todavía no ha comenzado porque las pérdidas de las instituciones financieras se han socializado e introducido en los balances de los gobiernos. Esto limita la capacidad de los bancos para realizar préstamos, de las familias para gastar y de las compañías para invertir.
Tercero, en países con déficit por cuenta corriente, los consumidores necesitan recortar el gasto y ahorrar mucho más, sin embargo los consumidores agobiados por sus deudas afrontan un shock en la caída de su riqueza por la caída de los precios de las viviendas y de los mercados de acciones y la disminución de los ingresos y del empleo.
Cuarto, el sistema financiero – a pesar del apoyo de los políticos – todavía está seriamente dañado. La mayor parte del sistema financiero en la sombra ha desaparecido, y los bancos tradicionales están agobiados por los billones de dólares de pérdidas que se esperar por los préstamos y activos mientras que todavía se encuentran seriamente infracapitalizados.
Quinto, una débil rentabilidad – debido al alto endeudamiento y los riesgos de impagos, bajo crecimiento y persistentes presiones deflacionistas sobre los márgenes corporativos – limitará la disposición de las empresas a producir, a contratar empleados e invertir.
Sexto, el reapalancamiento del sector público a través de la acumulación de grandes déficits fiscales pone el riesgo de un efecto de repulsión sobre la recuperación del gasto en el sector privado. Los efectos de los estímulos políticos, además, se esfumarán a finales del próximo año, requiriendo entonces una mayor demanda privada para apoyar el crecimiento continuo.
Séptimo, la reducción de los desequilibrios mundiales implican que los déficit por cuentas corrientes de las economías despilfarradoras, tales como los Estados Unidos, reducirán los excedentes de los paíse que tienen un ahorro excesivo (China y otros mercados emergentes, Alemania y Japón). Pero si la demanda doméstica no crece los suficientemente rápido en los países con excedentes, liderará una recuperación más débil en el crecimiento mundial.
Pero si mantienen los déficits presupuestarios, los vigilantes del mercado de bonos castigarán a las autoridades. Entonces, las expectativas de inflación subirán, la rentabilidad de los bonos del gobierno subirán y los tipos de crédito se elevarán fuertemente, liderando una stagflación.Otra razón para temer una recesión de doble fondo es que los precios del petróleo, energía y alimentación están ahora creciendo por encima de los fundamentales económicos, y podrían subir más por la liquidez excesiva y la demanda especulativa. El último año, el petróleo en 145 dólares fue un punto de inflexión para la economía mundial, ya que creó condiciones negativas de comercio y un shock para la renta disponible para las economías importadoras de petróleo. La economía mundial no podría resistir otro golpe si la especulación conduce al petróleo rápidamente por encima de los 100 dólares barril.En resumen, es probable que la recuperación sea anémica y por debajo de la tendencia en la economías avanzadas y hay un gran riesgo de una recesión de doble fondo.
Nouriel Roubini