Como bien saben ustedes, asiduos lectores de este foro de bolsa, IPod, Googgle o Facebook no se han inventado en España. ¿Qué sería necesario para que la siguiente generación de inventos enrollados sean producto nacional?. Pues ser innovador. Claro que para dar el perfil de innovador es necesario ser lo bastante arrogante como para ignorar las críticas y la mayor parte de los consejos que se reciben. Les voy a proponer unos ejemplos. Mark Zuckerberg, famoso fundador de Facebook, dejó sin terminar su carrera en Harvard para montar su propia empresa. ¿Se imaginan el “discurso” que le soltaron sus padres cuando se enteraron que su hijo iba a dejar una de las más prestigiosas universidades del mundo para subir a la red fotos y comentarios del personal? Probablemente no les hizo ninguna gracia. Aún así lo hizo.
Centrémonos ahora en Google, Sergei Brin y Lawrence Page empezaron a trabajar en algoritmos de búsqueda cuando aún estaban en Stanford, no sabían nada de negocios, en lo suyo ya eran doctorados pero… qué sabían de negocios… nada, y cuando llego el momento de aplicar conocimientos empresariales, en vez de volver a la universidad contrataron a personal que entendía de hojas de balances. Cuando crearon Google, desconocían lo que no sabían y no les importó.
No me gustaría olvidar a Steve Jobs. Él también dejó la universidad sin terminar sus estudios para fundar con su socio Apple Computer. No les voy a aburrir con su historia, conocida por todos, pero desde que volvió a Apple, la compañía a la que muchos daban por acabada pasó de languidecer a unos 4 dólares la acción a valer la friolera de más de 200 dólares.
Por definición, innovar significa desarrollar algo que nadie ha realizado antes, tenemos un buen ejemplo en nuestra sociedad, Foxinver. Y, como bien sabemos el grueso de la gente a la que cuentes esta nueva idea replicará con seguridad que: no se necesita, que no se puede hacer, o que no vale la pena, sin olvidar que antes de terminar la conversación, nos aconsejará olvidarnos del tema y volver a nuestro día a día, tachando nuestra propuesta como descabellada e imposible.. Por eso se necesita arrogancia y saber negarse a escuchar para convertirse en un innovador.
Desde mi punto de vista este tipo de actuaciones tiene un componente cultural. Existen culturas (EEUU) que toleran cabezones, arrogantes e inconformistas mejor que otras. Estos individuos a menudo fracasan en lo que quieren hacer y a veces fracasan estrepitosamente, como Jobs hizo en 1985. Por supuesto que fracasan, por que la arrogancia por sí sola no basta para innovar. Necesitas una buena dosis de inteligencia, una muy buena aptitud y por supuesto una gran capacidad de trabajo, hay que trabajar muy duro. Pero también, no me lo negaran, hace falta ser perseverante a pesar de las trabas, errores y malos ratos.
Lo bueno del caso es que yo creo que España produce este tipo de personas, con este perfil, personas que si nacieran en EEUU se convertirían en un Jobs, un Zuckerberg. Y además los produce en abundancia. Pero, siempre tiene que haber un pero, en nuestro país este tipo de gente se dedica a las artes. España produce gente innovadora y creativa, intentemos convencerles de que los negocios y la tecnología son también formas de expresión creativa. Nuestro país produce gente con ideas fantásticas a quien nadie sacará de sus trece. El problema, lamentablemente, es que se dedican a otras cosas.
Salud y suerte en las inversiones, las vamos a necesitar.