Como hace ya meses comentaba con motivo de la intervención de la Caja Castilla la Mancha, parece ser que la memoria histórica, que tanto da de sí en los juzgados y en otras muchas plazas, en la bolsa brilla por su ausencia.
Por aquellos días comentaba que apenas un par de días después de la citada intervención, y con todas las cajas e incluso los bancos en el punto de mira, la bolsa subía sin parar, sin mirar atrás, como si esas fuesen historias de otra época.
Hoy al mirar la bolsa, y escuchar de camino a casa esta tarde los análisis de unos cuantos, ¿cómo llamarlos? …, …, vendedores de humo, de algo ya quemado…, no puedo evitar recordar esos momentos de amnesia colectiva que vivimos hace meses, y que tantas veces hemos vivido en los mercados bursátiles.
Hace apenas una semana estábamos en plena crisis, estos vendedores comentaban como iba a bajar la bolsa de un momento a otro, irremediablemente…, yo lo opinaba también como comenté en su día. Pero hoy ya no, vamos, yo sí pero ellos no, yo sigo opinando igual, pero creo haber crecido 10 centimetros de las veces que he escuchado hoy que hay que ponerse a largo, que lo peor ha pasado, que se acabó.
Es cierto que hay una máxima en bolsa que dice que no se puede ir contra el mercado, pero hay otra que dice que no se debe ir persiguiendo al mercado, y otra válida para prácticamente todo en la vida, que hay que tener un poco de memoria, que lo que ayer era negro hoy no es blanco, que lo que sube bajará como ha hecho mil veces.
De momento parece que en la bolsa la Memoria Histórica brilla por su ausencia, y lo que se estila es la memoria de pez. Pues nada, yo me salgo de mi pecera, que ya me mojé bastante.
Hasta dentro de dos semanas.