Por… Juan Mayr Maldonado

Cada día son más numerosos los llamados que se hacen desde diferentes sectores para frenar el deterioro del planeta. Los daños y la crisis por la que atraviesa el mundo natural no se pueden ignorar. Según un artículo publicado recientemente en The Guardian , uno de los principales diarios del Reino Unido, en el marco del Año Internacional de la Biodiversidad, las Naciones Unidas darán a conocer un informe sobre los beneficios económicos que aporta la biodiversidad a la sociedad y la economía. Lo sorprendente es que las cifras demuestran que el retorno de las inversiones que se hagan para mantener estos beneficios son mucho más rentables que aquellos que se hagan para combatir el cambio climático, otro de los grandes desafíos de la humanidad. Según el informe, los beneficios por salvar los bienes y servicios que ofrece la naturaleza -alimentos, fibras, medicinas, polinización, fertilidad de los suelos, aire y aguas limpias, etc.-, resultan ser entre 10 y 100 veces más valiosos que la inversión que se realice en la protección y salvación de los ecosistemas y las especies que proveen estos bienes y servicios. Esto quiere decir que invertir hoy un dólar en biodiversidad rentará entre 10 y 100 veces más en el largo plazo.

Al comparar estas cifras con los beneficios económicos que reportaría detener el cambio climático -que según el famoso informe Stern, preparado especialmente para el Departamento del Tesoro Británico en 2006, calculaba que una inversión del 1% al 2% de producto mundial generaría beneficios entre 5 a 20 veces- es evidente que el retorno por la protección de los ecosistemas y sus servicios ambientales es mucho mayor.

Las cifras son alarmantes: el 85% de los mares y océanos, el 25% de las selvas tropicales y el 43% de las sabanas del planeta se encuentran degradadas, en muchos casos de manera irreversible. En otras palabras, en promedio una tercera parte de los ecosistemas del planeta han sido afectados y el deterioro no se detiene. Según la Unión Internacional para la Naturaleza -UICN-, a nivel global, uno de cada cinco mamíferos, uno de cada tres anfibios y una de cada siete aves se han extinguido o están severamente amenazados. Por primera vez desde la época de la desaparición de los dinosaurios, los seres humanos somos responsables de la extinción de cientos de especies.

El informe titulado “La economía de los ecosistemas y la biodiversidad ” muestra la necesidad de incrementar las áreas protegidas terrestres en el planeta a un 15%, hoy esa cifra alcanza el 12.5% y en el área marina de 1% a 30%. El costo de esta inversión se estima en 45 mil millones de dólares anualmente y sus beneficios alcanzan entre 4 y 5 trillones de dólares por año. Según el grupo de consultores Trucost, el daño ambiental causado por las 3.000 compañías más grandes alcanzó los 2.2 trillones de dólares en 2008. El solo daño causado por la BP en el Golfo de México se estima, hasta ahora, en 30 mil millones de dólares. El reporte propondrá una serie de medidas para contrarrestar los daños ambientales. Entre ellas se destacan la eliminación de subsidios directos e indirectos que fomentan sistemas productivos que destruyen la habilidad de los ecosistemas para generar bienes y servicios en el largo plazo; también el establecimiento de límites a actividades extractivas y contaminantes; reformas fiscales que garanticen y fomenten mejores prácticas; estrictos sistemas de multas cuando se comprueben violaciones a las normas; solicitar a gobiernos y empresas adoptar sistemas de contabilidad y publicar cuentas por el uso de recursos y pagar a las comunidades por la conservación de los ecosistemas, entre otras medidas. En fin, este es el mundo que nos ha tocado y de nosotros mismos depende que tengamos la habilidad e inteligencia para manejar los nuevos desafíos.

Suerte en sus inversiones…