Aunque el sentimiento general de los inversores es bajista, y la mayoría de ellos optan por mantenerse al margen del mercado a la espera que se aclaren las incertidumbres existentes, está creciendo la corriente de analistas que empiezan a recomendar a sus clientes el inicio de toma de posiciones largas.


Diversas señales técnicas han girado la visión pesimista de muchos de estos analistas, que están defiendo cada vez en más número que ya hemos alcanzado los mínimos del año, y que nos encontramos a las puertas de un importante giro al alza que debería ser aprovechado.


Pero, ¿cómo es posible que con la actual crisis en Europa, y la posibilidad de una recesión a nivel global, los gráficos sugieran subidas en las bolsas?


El analista Doug Kass nos hace una relación de 10 puntos que podrían defender desde un punto de vista fundamental esta posibilidad. Veamos cuales son:


1. Tasa de crecimiento en EE.UU.: El PIB esperado para el tercer trimestre en términos reales probablemente será mayor del 2,5%, muy por encima de la primera mitad del 2011. Esta tasa es mayor de lo que el consenso de mercado preveía hace tan solo un mes. La inversión en bienes de equipo, el gasto del consumo personal y el déficit comercial está mejorando. En el tercer trimestre los beneficios empresariales de las compañías que forman el S&P 500 deben acercarse a los 100$ por acción, lo cual nos dejaría los ratios de valoración del indicador por debajo de sus medias históricas.


2. Europa y China: Los líderes europeos, aunque lentos, han terminado entendiendo las consecuencias de no hacer frente a la crisis de deuda. Esto fue exactamente lo que sucedió en EE.UU. y en sus instituciones financieras hace tres años. El país se vio obligado a encontrar el camino de la recuperación y los bancos ha aceptar la responsabilidad (y recapitalizarse) de sus actos. Merkel y Sarkozy han acordado una recapitalización de los bancos de la zona euro.


3. Políticos: Como acertadamente se mostró en el editorial de Tom Friedman de New York Times, es casi universalmente aceptado que hay tal división entre el partido Demócrata y Republicano, que es difícil pensar en un acuerdo para desarrollar algún tipo de política fiscal procrecimiento antes de las elecciones de noviembre de 2012. Si todo el mundo sabe esto, el mercado ya lo habrá descontado.


4. Beneficios empresariales: Las previsiones de las compañías están siendo más conservadoras de lo que muchos pensaban, por lo que es previsible que tanto para los próximos trimestres como para 2012, puedan superarse, al igual que las estimaciones de los analistas.


5. Sentimiento: El escepticismo está profundamente arraigado entre los inversores. Si ha habido algún tiempo en el que la bolsa de valores ha caído en desgracia, ahora es ese tiempo. Una década perdida en combinación con una corriente de desencanto en el corto plazo hacia la renta variable, han situado las posiciones largas de los hedge funds en los niveles más bajos desde comienzos de 2009. Los inversores minoristas, por su parte, han seguido con su proceso de huida hacia la calidad, trasladando sus posiciones de renta variable a renta fija, a pesar de la baja rentabilidad. Esto por no hablar de las encuestas de sentimiento, que han alcanzado los niveles más pesimistas desde marzo de 2009. Tanto pesimismo y escepticismo suele ser precursor de fuertes subidas en bolsa.


6. Valoración: En los últimos 50 años el S&P 500 ha cotizado de media ha 15 veces beneficio, mientras que la rentabilidad de los bonos a 10 años ha sido del 6,67%. Hoy el PER se sitúa en las 12 veces beneficio, y la rentabilidad del bono a 10 años es tan solo del 2%. La prima de riesgo (diferencia entra la rentabilidad de los bonos corporativos y los bonos del estado) está en máximos de muchas décadas. El mercado de valores está descontando un beneficio 2012 para el S&P 500 sobre los 60$, que es incomprensible. Los ratios de valoración nos muestran unas bolsas muy infravaloradas.


7. Reasignación de activos: Los planes de pensiones están fuertemente sesgados hacia la renta fija, en detrimento de la renta variable. Una reasignación de activos es inevitable.


8. Volatilidad: Los altos niveles de volatilidad erosionan aún más la confianza de los inversores. Todos sabemos que los programas automáticos de alta frecuencia, las estrategias intradía, los ETFs apalancados, han llenado el vacío de la inactividad de los inversores minoristas e institucionales, y han creado un entorno de mercado volátil e impredecible. Pero históricamente el entorno no tiene este grado de volatilidad, y cuando se han alcanzado estos altos niveles, han sido oportunidades claras de compra.


9. Motivos técnicos: Existen muchas divergencias técnicas positivas (nuevos mínimos NYSE, medias móviles, patrones cíclicos). Muchos analistas técnicos creen que ya hemos alcanzado los mínimos.


10. Objetivo del S&P 500: Hace casi un mes, hice una distribución de probabilidades de cuatro escenarios macroeconómicos que fijaban un precio objetivo para el S&P 500 de 1.205 puntos. Hace dos semanas los analistas de Morgan Stanley establecieron un precio objetivo similar.







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