Por…  Steve Hanke

Gran parte de los economistas utilizan “fijo” y “anclado” como términos intercambiables o casi intercambiables en cuanto a tipos de cambio. Mientras que estos dos tipos son superficialmente similares, fundamentalmente son regímenes muy distintos. Los sistemas de tipo de cambio anclado son aquellos en los que la autoridad monetaria pretende alcanzar más de un objetivo al mismo tiempo. De hecho, los tipos de cambio anclados requieren de un banco central que administre tanto el tipo de cambio, como la política monetaria.

Con un tipo de cambio anclado, la base monetaria tiene componentes domésticos y extranjeros. Los sistemas anclados —dentro de los cuales se encuentran el tipo de cambio anclado pero ajustable, el de las mini-devaluaciones y el de tipo de cambio flotante pero administrado— van de la mano con los flujos de capitales golondrina. Estos sistemas muchas veces emplean controles cambiarios y no son mecanismos de libre mercado para realizar ajustes en la balanza de pagos internacional. Los tipos de cambio ajustados son inherentemente sistemas en desequilibrio, careciendo de un mecanismo automático que produzca ajustes en la balanza de pagos.

A diferencia de los tipos de cambio flotante y fijo, los tipos de cambio anclados invariablemente derivan en conflictos entre las políticas monetaria y cambiaria. Por ejemplo, cuando los flujos entrantes de capital se vuelven “excesivos” dentro de un sistema anclado, el banco central muchas veces intenta esterilizar el aumento que se da en el componente extranjero de la base monetaria vendiendo bonos, reduciendo así el componente doméstico de la base. Y cuando los flujos salientes se vuelven “excesivos”, el banco central intenta compensar el descenso en el componente extranjero de la base comprando bonos, aumentando el componente doméstico de la base monetaria.

Las crisis de balanza de pago surgen cuando el banco central empieza a compensar más y más la reducción en el componente extranjero de la base monetaria con dinero creado domésticamente. Cuando esto sucede, solo es cuestión de tiempo para que los especuladores de dinero ubiquen la contradicción entre el tipo de cambio y las políticas monetarias (como lo hicieron en la crisis financiera asiática de 1997-1998) y ejerzan presión para que se de una devaluación, la imposición de controles cambiarios o ambas cosas.

Suerte en sus inversiones…