8 de Febrero de 2009. “A tantos que piden el despido barato, fácil y más libre les tengo que decir que no, que no…!”.

12 de Febrero. Respuesta al Banco de España, que plantea abaratar el despido: “Esa propuesta entra dentro del catálogo de los neoconservadores, que no da resultados satisfactorios”.

19 de Febrero. “El Gobierno no va a propiciar una reforma laboral que abarate el despido”.

25 de Abril. “en los próximos meses se multiplicarán las voces que quieren contratos con menos derechos, facilitar el despido y reducir el gasto social para combatir la crisis. El Gobierno no lo aceptará”.

23 de Junio. Ante las presiones del BCE: “No está en el programa del Gobierno, ni en el de investidura, abaratar el despido ni hacer reformas que restrinjan los derechos laborales. Los programas están para cumplirlos y yo los voy a cumplir”. Una semana después Mister Corbacho proclamó: “No hay ninguna reforma laboral en la agenda del Gobierno. Cualquier cambio debe ser consensuado con los sindicatos y empresarios”.

6 de Septiembre: “El Gobierno va a reforzar la protección social. No va a haber ningún recorte en los derechos de los trabajadores”.

22 de Noviembre. Acepta por primera vez la necesidad de una reforma laboral: “Espero que la nueva ronda del diálogo social resuelva la aplicación de los convenios, un nuevo escenario retributivo para los tres
próximos años y dé paso a una fase que incorpore propuestas para el mercado laboral que contribuyan a aumentar la confianza para generar empleo”.

3 de Diciembre. “Una reforma centrada en reducir las indemnizaciones por despido no es el camino”.

5 de Febrero de 2010. “Las reformas laborales sólo son válidas si son acordadas”.

13 de Abril. “Se trata de mejorar las cosas para los empresarios sin que los trabajadores pierdan derechos”.

18 de Mayo. “La sociedad española sabe que la reforma laboral es necesaria. La mejor es la que más apoyo tenga”.

3 de Junio. “Habrá reforma laboral con o sin acuerdo en la mesa de diálogo social”

10 de Junio. “Tenemos que reformar la reforma laboral y la vamos a hacer. Hay que corregir el mal histórico de un mercado laboral con pocas variaciones en 25 años, y que provoca un paro elevado y una alta
temporalidad en tiempos de crisis”.

Después de 16 meses de metamorfosis, el enanito tímido se convirtió en el ogro gruñón,  el Gobierno aprobó el miércoles pasado, por decreto, la reforma laboral, reforma que no ha satisfecho ni a sindicatos ni a empresarios. Llega el turno de los partidos políticos. ¿Qué deberían hacer ahora estos?. Si quieres diez y te dan cinco, ¿qué es mejor quedarse con los cinco o rechazarlos por no ser diez?.

Dilema de difícil solución. Pero la cosa está clara, la oposición, toda ella, no puede torpedear esta propuesta sin ofrecer alternativas que sean aceptables para todos. También creo que se debería olvidar el momento,  y por supuesto el calendario electoral. Creo que en estos momentos, se debe poner TODO al servicio de la economía.

Ponerse de acuerdo, no es una opción, es una necesidad imperiosa y urgente. Estamos hartos de cálculos partidistas, ahora toca calcular empleos.

Tarea ardua y difícil pero si los partidos, todos ellos, lo consiguen, harán un gran servicio al país y recuperarán una parte de la credibilidad que han perdido ante los ciudadanos, a fin de cuentas, sufridores
y últimos paganos de su incompetencia y sus continuos engaños.


Salud y suerte en las inversiones, las vamos a necesitar.