Dada la situación actual, y dado que ya no existe ninguna urgencia para salir del paso, ahora que desde mi punto de vista el miedo a la crisis se ha convertido ya en pánico, creo que en algún momento, sería conveniente por no decir necesario y yo me atrevería a decir imprescindible que las entidades de ahorro y finanzas, explicaran al humilde ( y sólo digo humilde, ya que estoy convencido de que los grandes inversores ya han recibido las explicaciones oportunas) ahorrador qué es lo que ha ocurrido con sus dineritos.

Sería saludable para el propio sistema en general, que las entidades afectadas contaran a sus accionistas o a sus clientes en el caso de las empresas no cotizadas, las razones de su nefasta actuación.

Imprescindible debería ser que, las gestoras de fondos hablaran a sus partícipes sobre los motivos de sus pérdidas de patrimonio. Se pusiera nombre y apellidos a los responsables y se les hiciera pagar por ello y no cobrar (la mayoría de estos responsables tienen contratos blindados) como ha sucedido en la mayoría de los casos.

Creo que las entidades financieras deberían estrenarse en este tipo de saludables prácticas, debido fundamentalmente a que el pequeño (ya no voy a preocuparme del grande) ahorrador está confundido. Hoy en día, la confianza que antaño (no hace mucho) presidía todo tipo de gestión financiera, ha desaparecido. El pánico se ha adueñado de la situación y a decir verdad, los gobiernos europeos con sus decisiones erráticas, extravagantes y a destiempo poco o nada han ayudado en la resolución del problema.

De todas maneras, los gobiernos tampoco es que lo tengan fácil. Una vez que han adoptado decisiones (por lo menos valientes) estamos asistiendo, a una serie de críticas efectuadas en más de un medio y por más de un “experto/a” por apoyar a la banca.

Este tipo de críticas, en vez de ayudar, ha aumentado la confusión del pequeño ahorrador ya que éste, no puede concebir que estos expertos/as, que se supone que saben del “tema” más que los demás, puedan sugerir que sería mejor dejar que algunos bancos quebraran antes de apoyarlos temporalmente para evitar la bancarrota.

Sería totalmente imprescindible que los protagonistas de esta “película de terror” aprovecharan cualquier oportunidad para explicarse, lanzar sus consejos, si los tienen, analizaran sus verdaderas situaciones financieras, las hicieran públicas y respondieran a las inquietudes de sus accionistas y clientes.

El problema es que, a mí me parece que los confundidos, no son solamente los pequeños ahorradores. También me parece que los profesionales están un tanto conmocionados, anonadados, asustadillos vamos, ante los cambios que se van a producir en su sector.


Salud y suerte en las inversiones, la vamos a necesitar.