Por Vidivi

Por primera vez en la Historia, la gente normal y corriente puede decidir su futuro financiero.  Es más: no nos queda más remedio que hacerlo.

Tenemos que decidir si nos hacemos un plan de pensiones (y, cuando lo ejecutemos, le regalamos una parte de nuestro ahorro al Estado en forma de impuestos), si compramos una casa o vivimos de alquiler, si entramos en un fondo de inversión o en un depósito…

Históricamente, las cosas no han sido así. La gente corriente y moliente era (éramos) siervos de la gleba, trabajábamos para el amo, teníamos el mismo oficio que nuestros padres y lo más que podíamos hacer era llegar a tener algo de dinero debajo del colchón (si es que no vivíamos en una economía de trueque), en la confianza de que los esbirros del jefe de la tribu no lo descubrieran y nos lo quitaran. El crédito solía ser usura, y el concepto de inversión inexistente. Con la excepción de los esbirros del jefe de la tribu confiscatorios de dinero (que hoy reciben otro nombre, pero hacen fundamentalmente lo mismo), las cosas hoy son muy diferentes. Los ciudadanos no tenemos más remedio que decidir nuestro futuro económico.

Lamentablemente, es una maravillosa oportunidad que estamos desperdiciando. Porque nadie nos ha educado para eso. La educación que recibimos hoy en día es histórica, destinada a producir ciudadanos con los conocimientos básicos del hombre medieval.

Y eso es un error catastrófico. Los niños deberían aprender en la escuela qué son los tipos de interés, qué es un banco, qué diferencias hay entre un depósito y un fondo de inversión , en qué se diferencia un bono de una acción, y una quiebra de una suspensión de pagos, qué es un banco central,como se hace el dinero, como circula (si circula)

Si supiéramos eso desde la escuela, nos podríamos ahorrar muchos disgustos. Y, de paso, obligar a los bancos a trabajar para nosotros, no viceversa.

Si se nos educara para que fuéramos capaces de decidir con un mínimo conocimiento de causa qué hacer con nuestro dinero y qué comida comprar, seríamos más ricos, más sanos y menos estresados.

De lo contrario, seguiremos preparándonos para tener “todo el pasado por delante”, seguir en manos de “expertos” que jugaran con nuesto dinero,bancos que nos sangraran lo que puedan,seguros que no son buenos seguros,….

Tal vez debamos de dar a nuestros hij@s una nueva asignatura.