Existe unanimidad en los mercados acerca del riesgo que presenta España en lo referente a su deuda pública.

Primero fué Standard & Poor’s quien rebajó la perspectiva de la calificación crediticia española, luego Moody’s incluyó a España en el llamado “índice miseria”, además liderándolo (este índice valora los riesgos económicos y sociales derivados de los niveles de paro y déficit fiscal).

Las causas son, principalmente, que nuestro déficit ronda el 10% del PIB y tenemos una tasa de paro cercana al 20%.

También hemos conocido recientemente que el IPC subió al 0,3% en el mes de noviembre, en el caso de la inflación subyacente se elevó al 0,2%, una décima por encima de la de octubre (es la primera vez que el IPC general se sitúa por encima del subyacente desde el mes de octubre de 2008).

Hace casi un año, advertimos en bastantes ocasiones que en cuanto la economía saliera de la recesión, la inflación empezaría a subir con fuerza debido, principalmente, a que los Bancos Centrales han inundado el mercado de billetes.
Pues bien, no será el único factor, ya que la caída de la producción en materias primas unido a la demanda creciente de algunas de ellas, va a provocar que su precio se encarezca.

Además, los costes de producción siguen aumentando, con lo que la situación se agravará ya que presionará al alza la creciente demanda y aumentará aún más los costes de producción.

En USA, continúa la devolución de las ayudas que el Gobierno prestó a las grandes entidades financieras. Primero fue Bank of America, luego Citi y siguió Wells Fargo.

Una cuestión muy interesante y acertada es que todos los bancos que han querido devolver el dinero público han tenido que negociar con el Tesoro, porque el Gobierno no quiere que la banca prescinda de este capital si está en una situación comprometida. Es decir, no hay prisas, mejor tardar un poco más de tiempo en vez de andar con prisas.

El motivo de las entidades para devolver lo antes posible las ayudas obedece a que están deseando ofrecer una imagen sólida y fuerte frente a los clientes. De esta manera, logran fidelizar a los clientes actuales y potencian su división comercial para captar nuevos clientes.

No olvidemos que ahora se abre la veda y la competencia será más dura que antes.

Suerte en sus inversiones…

 

Fuente: Jarillabolsa