Por…  Amylkar D. Acosta M.

El año anterior, a pesar de la turbulencia en la Eurozona y la débil recuperación de la economía estadounidense las exportaciones colombianas no se vieron mayormente afectadas, gracias al desacoplamiento de las economías emergentes, las cuales mantuvieron un alto ritmo de crecimiento. Es más, dichas exportaciones totalizaron US $57.000 millones en 2011, cifra esta sin precedentes, 43% más que en 2010.  Pero, China, que se ha convertido en la principal locomotora de la economía global, aunque ha venido creciendo a buen rítmo, este ha empezado a mostrar signos de ralentización. Es así cómo después de crecer 9.8% en el IV trimestre de 2010, en el curso del 2011 la tendencia fue de un menor crecimiento, pasando sucesivamente del 9.7% al 9.5%, luego al 9.1% y al cierre del último trimestre fue del 8.9%.  Esta última se trata del más bajo crecimiento trimestral en dos años y medio desde el IV trimestre de 2009, cuando cayó hasta el 7.9%.

Ya se empieza a hablar por los entendidos en el tema de la burbuja china y de la posibilidad que de un momento a otro se reviente. George Friedman, futurólogo reconocido, experto en el campo de la inteligencia estratégica, coincidió con el profesor Jean Paul Rodrigue, de la Hofstra University, en sendas conferencias en el marco del Big Leap 2014 en Cartagena auspiciado por el Ministerio de Transporte, en dicho diagnóstico. Razón suficiente para estar alertas con respecto a lo que suceda en el gigante asiático.

Este hecho sumado a la recesión que se ve venir en Europa y a la lenta y pausada recuperación de la economía estadounidense, ya han empezado a impactar las exportaciones colombianas tanto en volúmen como en valor. Otro aspecto que ha empezado a golpearlas fuertemente es el que hace relación a la fuerte tendencia revaluacionista con la que ha empezado el nuevo año, despues que en los últimos 4 meses del 2011 se mantuvo la TRM por encima de los $1.900, la cual pone en aprietos especialmente las exportaciones no tradicionales.

No es una mera coincidencia que Colombia al tiempo que es el segundo país en la región después de Brasil con mayor tasa de interés a corto plazo, es también quien sigue al país carioca con las más altas tasas de revaluación de sus monedas. Mientras dicha tasa en EEUU se sitúa alrededor de 2.9%, los rendimientos de los TES de corto plazo de vencimiento 10 de diciembre de este año oscilan entre 6.5% y 7%, lo cual se convierte en un gran atractivo para endeudarse en el exterior y estimula la llegada de más dólares, lo cual impulsa la mayor apreciación del peso. Peor aun, luego de las dos alzas sucesivas de la tasa de intervención autorizadas por la Junta del B de la R, elevándola hasta el 5.25%. En contraste, la Reserva Federal de EEUU hizo recientemente el anuncio del congelamiento de la suya hasta el 2013 en su actual nivel, de sólo el 0.25%. Con tal decisión se está atizando la mayor apreciación del peso y de paso restándole competitividad a las exportaciones colombianas. En tales condiciones, el panorama de las exportaciones en el 2012 se torna incierto y dependerá mucho de la evolución de la crisis tanto en EEUU como en la Unión Europea y, desde luego, de la senda que siga la economía china.

Asi las cosas, aún es muy temprano para cantar victoria, hay que cuidarse mucho de la autocomplacencia, sobre todo cuando el curso futuro de la economía depende de tantas variable exógenas, que por ello mismo están fuera del control de las autoridades. Por ello, nos parece muy sensato el consejo de Andrew Burns, director de Macroeconomía del Banco Mundial:  “los países en desarrollo deberían esperar que ocurra lo mejor y prepararse para lo peor”. Máxime cuando sus economías dependen en demasía de las exportaciones de productos básicos, cuyo mercado está tan expuesto a los altibajos de la demanda por ellos y a la volatilidad de sus precios. Como lo advierte el editorial del rotativo El Tiempo, “no se puede caer en la complacencia, sino que hay que redoblar esfuerzos con el fin de romper los inmensos cuellos de botella que limitan la competitividad y nos impiden aprovechar los vientos que soplan con la globalización”. Este es el quid del asunto!

Suerte en sus inversiones…