Google, antes motor de búsqueda y actual dueño de casi la mitad de Internet, tiene objetivos más ambiciosos que dominar la red o crear una exitosa red social.
The New York Times lo sacó a la luz hace un par de días y desde entonces todo son rumores. Los redactores del reputado diario estadounidense descubrieron este misterioso nuevo proyecto, Google X, del que sólo desvelan que es un “campo de ensayo” para ingenieros.
Según contaba hace unos días el New York Times, el buscador tiene un laboratorio secreto en el área de San Francisco con investigadores que trabajan no sólo en el desarrollo de la llamada “Internet de la cosas”, es decir, en hacer que electrodomésticos como la nevera estén conectados a la red o que un plato pueda postear el menú que uno está ingiriendo en Google+, sino en proyectos más sofisticados como ascensores para llegar al espacio.
Este gigante de Internet anunció hace un año que estaba probando un sistema de manejo de coches sin conductor. Pero ahí no terminan sus aspiraciones y se cree que actualmente se encuentra desarrollando una lista de 100 ideas, en torno a la robótica y la inteligencia artificial.
En estos tiempos en los que la inversión de las empresas en innovación e investigación ha caído en picado, parece que Google no escatima en gastos para financiar proyectos adicionales y ha sido capaz de levantar un laboratorio secreto en una localización desconocida para realizar unos proyectos que la mayoría de sus trabajadores ignoran.
El buscador ni confirma ni desmiente la información, aunque mantiene el punto de secretismo justo para hacer crecer el interés por el proyecto. Explica que la prospectiva y las ideas locas forman parte del ADN de la empresa pero aclara que los recursos que concentra son pequeños en comparación con el grueso del negocio. Una forma de no alarmar a los accionistas en un contexto económico delicado.
El New York Times asegura que los fundadores de la empresa, Sergei Brin y Larry Page, están muy implicados en el laboratorio secreto, que han bautizado Google X y que estaría desarrollando cien ideas revolucionarias. La primera, dicen, podría ver la luz a finales de año.
No hay pistas de por dónde van a ir los tiros aunque, al parecer, los proyectos relacionados con la robótica tienen muchos números de llevarse el gato al agua si, como señala el rotativo, al frente del garito está Sebastian Thrun, experto mundial en robótica e inteligencia artificial que inventó el primer coche sin conductor presentado por el buscador el otoño pasado.
Tal vez nos vayan a preparar el robot definitivo que haga nuestro trabajo, el taxi que vaya solo y luego le tengamos que pagar los servicios, lo malo con todo ello es que, a que nos vamos a dedicar nosotros?
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