Por… José A. Ruano

La realidad es que según pasan los años, crecen hijos y nietos, perdemos a nuestros mayores afectos y la vida misma nos va limitando los retos a enfrentar, nos vamos sintiendo aislados, incomprendidos, desterrados, si quiere decirse así, de lo que fue nuestro entorno, y surge entonces la necesidad de buscar motivaciones.

Me refiero a este tema puesto que fue motivo de conversación, mientras saboreábamos el cocido de patitas de cerdo que tanto les gusta a mis amigos. Durante el almuerzo les pronostiqué que si la economía seguía debilitándose y los impuestos escalando la cuesta, habría una fuga masiva de jubilados del condado Miami Dade.

Mi razón es simple, les dije. Cuando la entrada de capital es fija y resulta difícil lograr ingresos extras, la habilidad de enfrentar gastos se congela. Si encima de ello se encarece el costo de la vida y los impuestos aumentan, solamente queda la retirada.

Latinoamérica ofrece la posibilidad de retirarse a vivir cómoda y dignamente para muchos miamenses. El idioma, el paisaje, la comida, la cercanía, el transporte, los servicios médicos, el clima, la cultura, el mismo calor humano del latinoamericano, hace cada día más atractiva la oferta. Eso sin mencionar el costo de la vida. O sea, que es posible disfrutar mucho más con mucho menos.

Cierto es que en muchos países existe agitación política y alta criminalidad; pero eso se limita a ciertas ciudades de ciertos países, lo cual obliga a realizar un trabajo de búsqueda y asesoramiento más detenido y consciente a quien decida cambiar de atmósfera en sus años dorados.

Desde luego, no todos en Miami están dispuestos a emigrar de nuevo. Mi esposa es una de esas personas dubitativas: “que si los hijos, que si los nietos”. Yo argumento que nacemos solos y nos vamos solos; pero ella ignora mis razonamientos de aventurero empedernido.

Finalizado el almuerzo nos despedimos y acordamos otra cita; esta vez para comer bacalao. Desde luego, si el aumento del costo de la vida y el alza al impuesto inmobiliario nos permite seguir viéndonos en Miami.

Suerte en su vida y en sus inversiones…