Por Sergio Sarmiento…
En tiempos de incertidumbre el oro es rey. Por eso, después de años de permanecer estancado, este metal ha alcanzado cotizaciones cada vez más altas. Este pasado miércoles 25 de noviembre su precio llegó a un máximo histórico de 1.194,90 dólares por onza. En la primera década del siglo XXI el metal ha aumentado 10 veces su valor.
El oro tuvo su último ascenso importante a fines de los años setenta. Alcanzó entonces un máximo de 750 dólares por onza antes de bajar y estabilizarse por debajo de los 450 dólares desde 1980 hasta 2005. Durante un cuarto de siglo, de hecho, el oro no ofreció rendimientos significativos, lo cual es una excepción histórica.
Esos 25 años fueron también un largo período de crecimiento y estabilidad económica en EE.UU. y la mayoría de los países desarrollados. Los abusos financieros de los gobiernos de los años setenta se dejaron atrás durante un tiempo muy largo.
En el 2000, al comenzar el siglo XXI, el oro alcanzó un nivel particularmente bajo de 250 dólares la onza. Concluía el régimen de Bill Clinton en los EE.UU., un período que se caracterizó por la eliminación del déficit de presupuesto en la mayor economía del mundo y por una expansión económica sostenida. Su sucesor, George W. Bush, reintrodujo el déficit y el oro empezó a subir de manera sostenida. En 2005 había ya alcanzado los 450 dólares la onza. Pero el despegue desde entonces, hasta los casi 1.195 dólares del pasado 25 de noviembre, ha sido vertiginoso.
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