La minera anglo-australiana BHP Billiton comenzará a producir por primera vez uranio en una mina del oeste de Australia, país que posee el 40 por ciento de las reservas mundiales del combustible nuclear.

La compañía extraerá a partir de 2014 una media de 5.000 toneladas anuales de uranio durante tres décadas, que al precio actual dará a la minera ingresos de más de 13.000 millones de dólares estadounidenses.

BHP Billiton afirmó que las obras de la primera gran mina de uranio establecida en los últimos 20 años en Australia comenzarán en 2011 y terminará en 2014.

En el desierto del norte del Níger falta agua y sobra uranio. Uranio, que el gigante nuclear francés quiere explotar para facilitar una nueva edad de oro atómica. Pero, para extraer ese mineral en pleno desierto, hace falta agua, mucha agua, implicada en la fabricación del yellow cake, el uranio mineral concentrado. ¿Cómo darle agua en pleno desierto, cuando Occidente nunca movió un dedo para proporcionársela a la población local? Ese problema industrial, estratégico y de opinión pública es el que intentó resolver en la capital nigerina el presidente francés, Nicolas Sarkozy.

Areva, número uno

El yacimiento nigerino, de hecho, contiene una de las principales reservas conocidas del mundo. Por él, Areva está dispuesta a invertir 1.200 millones de euros. A partir de 2012, según planea la empresa, el lugar se convertirá en la segunda mina de uranio a cielo abierto del mundo, colocará a Niger como segundo exportador mundial, y garantizará a la firma francesa, actualmente en apuros, su consolidación definitiva como número uno del ciclo del combustible nuclear.

Según lo planeado por Areva, sí. Pero no forzosamente es la realidad futura, porque los tuaregs del norte del Níger, confederados con los de todos los otros países de la región, no son gente que se deje hacer fácilmente. Enterados de la auténtica fiebre del uranio que recorre el planeta y de la subida de los precios mundiales, los tuareg empezaron a exigir no sólo su tajada, sino el respeto de sus tierras, reconocido por la declaración de la ONU sobre los pueblos autóctonos.


Suerte en sus inversiones…