Víctor Grifols, el presidente de la farmacíéutica Grifols, pidió ayer al Gobierno que se permita el pago por donaciones de sangre como forma de que los desempleados tengan ingresos extras.
El presidente de Grifols, Víctor Grifols, pidió ayer al Gobierno que permita el pago por donaciones de plasma sanguíneo, que se extrae de la sangre, en España como forma incluso de que los desempleados tengan unos ingresos extras. El directivo instó a España a "espabilarse" y a permitir pagar las donaciones de plasma, tal y como ocurría hasta 1985.
Grifols apuntó, en una conferencia en la escuela de negocios Esade, que así se dejará de importar un material que procede, en un 80%, de Estados Unidos.
Tras la adquisición de Talecris en 2011, Grifols se ha convertido en el tercer productor mundial de hemoderivados. Cuenta con 147 centros de plasma en Estados Unidos, en los que se gasta unos 600 millones de dólares (456 millones de euros) en pagar las donaciones, un dinero que, a su juicio, podría quedarse en España. "Este dinero lo damos en Estados Unidos; si España no lo quiere, que no coja", espetó Grifols, indicando que una persona recupera muy rápidamente el plasma donado.
Grifols afirmó que si se permitiera el pago de donaciones, la farmacíéutica podría pagar "60 o 70 euros por semana" a un posible donante que, "sumado al paro, es una forma de vivir", añadió.
Asimismo, aseguró que los centros de donación de plasma que Grifols tiene en Estados Unidos podrían tenerse en España y generar 5.000 o 6.000 puestos de trabajo en un momento de crisis.
Sin embargo, Víctor Grifols criticó que en 1985 España prohibiera el pago por donaciones de sangre. "Algún día tendrá que acabarse. Si algún día Estados Unidos decide que no exporta plasma, Europa no tendrá plasma", advirtió el presidente de Grifols.
Abuso a las farmacíéuticas
El presidente de Grifols alertó además al Gobierno de que si continúa su "abuso" con la industria farmacíéutica española, esta "no sobrevivirá".
En la conferencia, el directivo aseguró que el Gobierno español "no ha pagado nunca", en referencia a la tardanza en el pago de las Administraciones y a la deuda hospitalaria acumulada de más de 6.300 millones, según los últimos datos disponibles de Farmaindustria, a diciembre de 2011. El presidente de Grifols advirtió aun así de que si el Ejecutivo continúa bajando precios "va a ser terrible".
Grifols se quejó de que se plantee un "plan Renove" para la industria del automóvil y que en cambio no haya ninguna consideración con la industria farmacíéutica. Censuró las bajadas del precio de los medicamentos "por real decreto" de los dos últimos años.
En este sentido, preguntado sobre el futuro de la industria, se mostró pesimista: "La veo mal. No hay consumo, no pagan y no subirán precios".