Okun creyó que las transferencias de riqueza mediante la política fiscal, de los relativamente ricos a los relativamente pobres, son una política apropiada para cualquier gobierno, pero también reconoció la pérdida de eficacia inherente en el proceso de la redistribución. Para explicar el trade-off entre igualdad y eficacia, Okun introdujo la metáfora del cubo agujereado, que ha llegado a ser famosa entre economistas: “El dinero se debe llevar de los ricos a los pobres en un cubo agujereado. Algo simplemente desaparecerá por el camino, así que los pobres no recibirán todo el dinero que se toma de los ricos.” Okun atribuyó las pérdidas a los costes administrativos de gravar y transferir y a los efectos sobre los incentivos.
Que no le agujereen sus inversiones…