Por… Fabiana Arencibia

El nuevo informe trimestral del Ministerio de Economía de la Nación muestra que la deuda pública argentina volvió a crecer. Según estos datos del gobierno que candidatea al titular de esta cartera como vicepresidente de la Nación, hoy debemos casi 9 mil millones de dólares más que hace tres meses.
 El informe de la Oficina Nacional de Crédito Público, perteneciente al Ministerio de Economía (Mecon), actualizó la información entre el 31 de diciembre pasado el 31 de marzo de este año (1)
 Según la cartera dirigida por Amado Boudou, el Estado argentino pasó de deber 164.330 millones de dólares a deber 173.147, sin contabilizar la deuda no presentada al canje pero potencialmente pendiente de pago. Curiosamente ha quitado del Cuadro I – que muestra las cifras que van de un trimestre a otro- el renglón que indicaba la deuda aun no canjeada. Se tratan – según lo informado por el organismo en el informe anterior- de nada menos que 11.218 millones de dólares.
 
Si la tomamos, la deuda Pública Nacional Bruta asciende a 184.365 millones de dólares contra 175.518 del trimestre anterior.
 La deuda, según datos oficiales, aumentó en tres meses casi 9.000 millones de dólares: dos veces y media más que en el trimestre anterior (30/9/2010-31/12/2010).
La tendencia se dio durante todo el 2010 y continúa durante este año (sólo basta con mirar los informes oficiales: 147.000 millones de dólares a fines de 2009, 157.000 millones al 30/6/2010; 160.000 millones al 30/9/2010, 164.000 millones al 31/12/2010 y 173.000 millones de dólares al 31/3/2011).
 
También ha crecido su relación con el Producto Bruto Interno (del 45,8% al 46,3%), comparación que hemos cuestionado como relación válida para analizar el tema porque, entre otros argumentos, aunque esa relación disminuya, en valor absoluto la deuda aumenta. Pero aun cuando aceptáramos como “positivo” este argumento que presenta el gobierno, sus propios números muestran que la relación subió.
 Héctor Giuliano, Licenciado en Administración e investigador del tema de la deuda, afirmó en una entrevista realizada por el programa Al Oeste en FM En Tránsito que “el gobierno no quiere mostrar ante la opinión pública que está batiendo record de pago de la deuda pública argentina y usa la palabra ‘desendeudamiento’ en lugar de decir ‘pago’, lo cual además no es cierto porque no es que se paga y se descuenta de la deuda sino que se hace un cambio de deuda: le pago a un acreedor endeudándome con otro; se paga con deuda del propio Estado”. No abundaremos en los elementos que debiendo ser parte del cálculo de la deuda, el gobierno no los incorpora (de hacerlo tocaríamos los 300.000 millones de dólares – casi 80 % del PBI- agregando intereses que no se pueden pagar y se capitalizan, ajuste de deuda en pesos por el índice CER, pagos por crecimiento del PBI, títulos emitidos por deuda con el BCRA, deudas provinciales, municipales y de entes nacionales). Para ello remitimos a nuestra nota anterior sobre el tema (2).
 
Lo que queremos resaltar son dos cosas.
 Por un lado, que la composición de la deuda llamada intra-estado sigue aumentando en relación al resto. Según el informe del Mecon, el 49,9 por ciento de la deuda es con las llamadas Agencias del Sector Público Nacional: Banco Central, Anses y Banco de la Nación (con los privados: 36,2%, con organismos financieros internacionales: 10,2%, con el Club de París: 3,7 %).
 Al respecto, Giuliano afirma: “El tema es que el Gobierno no acredita la capacidad de repago frente a estas nuevas obligaciones que asume, con el agravante que la gran mayoría de ese dinero se toma de fondos que estrictamente no son del Estado”. Giuliano se refiere a la plata de la Anses que es de los jubilados, y a las reservas del Banco Central (BCRA) cuya finalidad específica es respaldar la moneda y los pasivos financieros propios del Banco. “Ambos le prestan al Estado para que le pague fundamentalmente a acreedores privados”, dice.
 
Por otro lado, la preocupación de los límites al que estaría llegando este mecanismo de cambiar deuda con terceros (particulares privados u organismos internacionales) por deuda con el propio Estado. 
 Según Giuliano, este nivel de endeudamiento intra-sector público se acerca a un tope con el Anses y con el BCRA. En el primer caso porque al organismo, encargado de recoger los aportes de los trabajadores activos para pagar jubilaciones y pensiones, se le achica el margen entre lo que recauda y lo que debe pagar (incluido los juicios con sentencias firmes por reajustes de los haberes). Y respecto al Banco Central, por el alto nivel de endeudamiento que tiene por las letras (LEBAC) y bonos (NOBAC) emitidos para seguir comprando reservas que luego presta a la Tesorería (o sea del gobierno nacional) para pagar fundamentalmente a acreedores privados.
 
En síntesis, el gobierno cancela deuda con acreedores externos tomando nueva deuda no solo con acreedores privados nacionales sino fundamentalmente con el propio Estado sin garantía de que las pueda cancelar a futuro.
 Giuliano comentó en la entrevista cuáles son los motivos de que el actual ministro de Economía, Amado Boudou, ocupe la candidatura a vicepresidente en la fórmula con Cristina Fernández: “Es una señal dada a los acreedores externos porque el ministro ha venido repitiendo hace dos años que sigue una Hoja de Ruta que consiste en: pagar a los acreedores externos que no entraron en los megacanjes Lavagna-Kirchner, el arreglo de la deuda con el Club de París y volver al mercado internacional de capitales para tomar mas deuda (…) La Argentina lo que pide es la reinserción en el sistema financiero internacional para volver a salir a pedir plata al exterior”.
 
¿Hasta cuándo podrá sostenerse este esquema? ¿Qué pasará con la deuda contraída con la Anses cuando ese dinero sea necesario para hacer frente al pago de los jubilados? ¿Se seguirá transitando por los caminos del endeudamiento sin que suceda lo mismo que provocó la salida de la convertibilidad a la que se la defendía como permanente e inmejorable? ¿No es acaso el tema del endeudamiento – y no del “desendeudamiento” – otro de los pilares estratégicos en el “modelo” que el ministro de Economía presenta como el mejor que ha tenido nuestro país?
Suerte en sus inversiones…