Por… Steve Hanke

Los inversionistas se ponen razonablemente nerviosos cuando es posible que un gobierno imponga controles cambiarios. El dinero estable de repente se vuelve inestable y la fuga de capitales ocurre. Los dueños de los activos liquidan su propiedad y salen mientras las cosas estén bien. Contrario a la sabiduría popular, las restricciones sobre la convertibilidad no retardan la fuga de capitales, la promueven.

La convertibilidad completa es la única garantía que protege el derecho de la gente a lo que les pertenece. Incluso si los gobiernos no se sienten convencidos por los argumentos basados en la libertad, la idea de ver a cada activo en el país perder valor repentinamente como resultado de los controles cambiarios debería hacer reflexionar a los que deciden estas políticas.

Esto nos recuerda a China, un país con una serie de controles cambiarios y una moneda no convertible. Pekín debería adoptar un régimen de tipo de cambio fijo. Esto obligaría a Pekín a eliminar los controles cambiarios y haría del yuan una moneda completamente convertible. Tal “Big Bang” callaría a los críticos de China y pondría a Pekín en control de la situación. Ya que, después de todo, China tendría un régimen cambiario estable y de libre mercado.

Suerte en sus inversiones…