El 31 de diciembre del 2008 tendrá un segundo de más, para sincronizar los relojes atómicos con la rotación de la Tierra, que disminuye imperceptiblemente a cada momento debido a las fuerzas de marea ejercida por la Luna.

Según la Circular 36 del Servicio de Referencia Internacional de Rotación de la Tierra (IERS por sus iniciales en inglés), el 31 de diciembre del 2008, a las 23h 59m 59s, se intercalará un segundo llamado bisiesto positivo en la escala de Tiempo Universal Coordinado.

De esta forma los relojes del UTC que señalaran la llegada del nuevo año deberán marcar esta insólita lectura: 23h 59m 60s, en lugar de la tradicional 23h 59m 59s.

La razón por la que se utilizan segundos bisiestos es que actualmente se mide el tiempo con relojes atómicos estables (Tiempo Atómico Internacional, TAI o International Atomic Time), pero la rotación de la Tierra ha ido reduciendo su velocidad.

Gradualmente, el día se ha vuelto más largo a razón de 1.7 milisegundos cada siglo, debido a las fuerzas de marea de la Luna.

El período actual de rotación de la Tierra, fue mucho más corto en el pasado y será más largo en el futuro.  Un período de rotación de seis horas para la Tierra primitiva hace 4 mil millones de años era la norma. La noche y el día se sucedían cada tres horas más o menos en la violenta Tierra primitiva, carente de Luna. Una vez formada la Luna desde una gigantesca colisión, su gravedad ha venido frenando la rotación terrestre, hasta las 24 horas que conocemos y aun lo continua haciendo, motivo por el cual se deben ajustar los relojes, tal y  como deberá hacerse el próximo 31 de diciembre.


¿Puede ese segundo de más cambiar nuestro pensamiento?

Muchas cosas importantes en nuestra vida las decidimos en décimas de segundo.