Por  Moisés Romero.

Este fin de semana he recibido un correo de Iñaki Martiarena, inversor de Pamplona ¿Lo recuerdan?. A primeros de marzo, justo cuando las Bolsas ya estaban a punto de iniciar el Gran Rebote me envió una muy comentada: “Ayer me llamó el gestor, el que me lleva todas las inversiones y la administración, contabilidad y demás asuntos burocráticos de mis tres empresas. Nada más entrar en su despacho intuí que algo iba muy mal. Presa de pánico, con los ojos fuera de las órbitas, enloquecido ¿Habría tomado alguna sustancia alucinógena?

-Siéntate, me dijo. Te he vendido toda la cartera. Creo que la Bolsa se va a pegar un buen batacazo…

Me ha vendido todo ahora, justo ahora, cuando ya he perdido más de la mitad. Firmé los papeles de gestión hace cuatro años, porque ahora todo el mundo acata las normas y los gestores se la cogen con papel de fumar ante cualquier reclamación del cliente o requerimiento de la Comisión Nacional del Mercado de Valores. Pero no es la firma lo que me preocupa, porque, insisto, hay que firmar. Me preocupa mi desatino, mi estupidez por confiar en quienes no hay que confiar: SON ELLOS, los de siempre…”

Este fin de semana, digo, he recibido de nuestro lector una nueva nota. Comienza en mayúsculas así:

“Mi ex gestor me ha llamado ahora diciendo que ES EL MOMENTO DE INVERTIR EN BOLSA, CUANDO EL ÍNDICE HA SUBIDO MÁS DEL 70% DESDE EL MÍNIMO DE MARZO. ES EL MISMO GESTOR QUE ME VENDIÓ TODO LA ÚLTIMA SEMANA DE FEBRERO. ESTIMADO DIRECTOR ¡QUE NO LE ROBEN LA CARTERA”

Iñaki se extienden más: “Estos chicos lejos de dimitir o de haber sido despedidos acampan a sus anchas por bares, cafeterías y restaurantes de lujo, como si tal cosa. Compran en máximos y venden en mínimos. O sea, un pan como unas hostias”.

Iñaki me pasa el siguiente informe, que ya habíamos publicado. Pero hoy respeto esta repetición. Que ustedes lo disfruten. Dice así:

“Según el último Barómetro de los Fondos que elabora Lipper entre las 14 mayores gestoras españolas, los gestores de fondos globales han elevado el peso de la renta variable hasta alcanzar el 41,07% de una cartera media. Son casi tres puntos por encima de la lectura del Barómetro anterior, del mes de julio. Lipper cerró el presente sondeo el 30 de septiembre.

Además, es la primera vez desde abril de 2008 que son más los gestores que sobreponderan la Bolsa en cartera frente a los que la infraponderan; un 30,77% frente al 15,38%. La diferencia entre los optimistas y los pesimistas arroja un saldo neto a favor de los primeros del 15,39%, lo que a su vez es la lectura más positiva desde el mes de diciembre de 2007, apenas unos meses después de que estallara la crisis subprime. Aquel mes, el saldo neto de gestores sobre expuestos a la Bolsa fue del 21,43%. Desde entonces ha ido cayendo, en paralelo con el deterioro financiero y económico, hasta alcanzar la peor lectura, un -50,85%, en marzo de 2009, justo en el momento en que comenzó el rally bursátil que dura aún hoy.

Pese al optimismo que reflejan los gestores de fondos, aún mantienen elevadas cotas de liquidez en sus carteras globales, un 22,08% en el Barómetro del último mes. No obstante, en los peores momentos de la crisis de los mercados las carteras llegaron a tener de media un 70% en activos sin riesgo. Entre julio y septiembre la liquidez en la cartera media de los sondeados ha pasado del 24,62% al 22,08%, lo que significa que los gestores están poco a poco entrando en el mercado. Aún así, más de la mitad reconoce que todavía tiene su cartera sobreexpuesta a los activos líquidos.

Esta tendencia, que no es sólo de España, explica que las Bolsas no hayan sufrido hasta la fecha una corrección significativa. Muchos gestores que se quedaron fuera del rally inicial han ido incrementando sus posiciones en Bolsa. Uno de cada tres gestores (el 30,77%) declara que tiene intención de incrementar su exposición a la renta variable en los próximos tres meses, frente al 54% que considera mantener las posiciones actuales.

El apetito por el riesgo se materializa también en la renta fija privada. A pesar del estrechamiento de los diferenciales con la deuda pública, y por tanto, del alza de precio de los bonos corporativos, el 61,54% de los gestores observa que estos activos están infravalorados.

Lipper pregunta este mes a los encuestados si esperan caídas momentáneas y limitadas en los mercados o bien consideran que, con vistas al año que viene, no se puede descartar una vuelta masiva a la aversión al riesgo. El 61,84% de los sondeados es optimista, frente al 38,46% que no descarta mayores incertidumbres. “