Erich Neuman

 El objetivo de la empresas es generar riqueza y lograr su permanencia. Para tal efecto, invierten capital, tiempo y talento. Entre los diversos tipos de capital se encuentran humanos, financieros, científicos y tecnológicos, los cuales representan el activo de las empresas.


Cuando estos recursos se pierden, extravían, desaparecen, escapan, perturban, o bien, se descomponen, son robados, enajenados, maltratados o subutilizados, se generan fugas de capital que pueden ser la ruina para un negocio.

La mayoría de los desperdicios de capital se debe a la deficiencia de controles internos y fallas administrativas. Se calcula que del total de la utilidad de un producto en una firma de manufactura, la tercera parte se pierde en desperdicios.

Uno de estos son los fraudes, los cuales representan montos que en promedio equivalen al 6% de los ingresos globales de las compañías. Se sabe que el 80% de estos incidentes son cometidos por empleados de bajo nivel en el escalafón, mientras el otro 20% son realizados por altos ejecutivos pero alcanzan el 80% del valor total de las pérdidas.

Para evitar los fraudes se debe establecer un muy estricto proceso de conciliación del efectivo, en el flujo del capital, y contar con procesos automatizados de operación, no dependientes de personas.

Otros, los robos de mercancía, se presentan por carecer de un sistema de control que haga responsable del material al encargado de inventarios o le impida realizar movimientos no aprobados.

Estudios indican que empleados desleales a los objetivos de la empresa realizan robos por revanchismo si se sienten explotados. Una regla adecuada es establecer que si falta más de 1% del valor del inventario, debe descontársele al encargado.

También por negligencia del personal que manipula el material y no pone el cuidado suficiente para evitar daños, ocurre el desperdicio de materiales. Estudios indican que 3% del material utilizado se regresa al almacén en condiciones que no permiten su reutilización.

En cuanto a mermas, éstas varían mucho por tipo de industria, pero se tiene tipificado un 1% de merma por proceso. Así, si se siguen cinco procesos para elaborar un producto, se alcanzará 5% de merma en forma compuesta, lo que implica no ser competitivos.

En todos los casos, merma significa literalmente tirar el dinero. Para reducirlas a niveles adecuados se deben imponer métricas muy estrictas a los operadores e incorporar herramientas de medición.

Otro factor en contra de las empresas son los inventarios obsoletos, comprados, fabricados y no desplazados al mercado. Estos pueden llegar hasta 15% de las ventas de la empresa.

Se sabe de compañías que llegan a destruir hasta 20% de producto en buenas condiciones. Para detectar este tipo de desperdicio es necesario llevar una relación de la materia prima y de producto terminado de bajo desplazamiento. Estos nunca deben exceder 5% del valor total del inventario.

Los Desperdicios Intangibles son los más difíciles de controlar. La regla para detectarlos es observar la rotación de cada uno de los productos por separado (nunca se debe tener una rotación menor a 12 vueltas al año). La rotación se mide de la siguiente forma: la Rotación de inventario es igual a las ventas divididas entre el inventario.

Las compras urgentes son otro desperdicio ocasionadas por la falta de planeación, ya que algunas veces cuando falta algo indispensable para la producción y existe urgencia en la entrega, se adquiere materia prima a precios muy altos.

Esto es muy común en empresas que carecen de un sistema que contemple en forma automatizada estos procesos.

Otro desperdicio que se debe a la falta de planeación es el pago de horas extras. Lo habitual es resolver la situación mediante contratación de personal eventual, programación de maquilas y turnos extras. Una forma de mantener la producción al 100% es vender a nuestros clientes capacidad instalada, en vez de producto terminado.

Conclusión: el control del desperdicio de capital en una empresa de manufactura no es cosa fácil, ya que es un proceso que involucra a todos los departamentos, que deben estar bien sincronizados para alcanzar niveles competitivos de clase mundial. Sólo por medio de las tecnologías de información es posible competir y ganarle a empresas globales.

Impacto en utilidades

¿Qué aspectos hacen perder a la empresa?

* 24% por una mezcla errónea de inventario
* 20% por fraudes financieros de casa y externos
* 15% por material obsoleto que no aporta optimización

Suerte en sus inversiones… y feliz 2009.