El amigo sapakondi, nos trae hoy un fragmento de uno de los libros que os podéis descargar a través del foro de libros y curso de bolsa, que habla de la psicología del inversor, en las diferentes fases de un ciclo bursátil, y cuya lectura (tanto de este fragmento como del libro) os recomiendo encarecidamente.
La teoría del cocktail
Si los economistas profesionales no pueden predecir la economía, si los videntes profesionales no pueden predecir el mercado, entonces ¿qué posibilidad le queda al inversor amateur? Usted ya conoce la respuesta, lo cual me lleva a mi propia teoría del cocktail party de predicción del mercado, desarrollada a lo largo de años de permanecer de pie en medio de salas de estar, cerca de la fuente del ponche, escuchando lo que los diez invitados más próximos tuvieran que decir de la bolsa.
Durante la primera fase de un mercado alcista (uno que ha estado muy bajo mucho tiempo y del que ya nadie espera nada) la gente no habla de acciones. De hecho, si se acercan a mí para preguntarme cómo me gano la vida y les contesto “dirijo un fondo mutuo de acciones”, ellos asienten cortésmente y se alejan. Si no se alejan entonces rápidamente cambian el tema y hablan de deportes, de las próximas elecciones o sobre el tiempo. Al poco tiempo están hablando sobre puentes con un dentista que está cerca.
Cuando diez personas prefieren hablar con un dentista sobre puentes que con el director de un fondo de acciones sobre acciones, es probable que el mercado esté a punto de subir.
En la fase dos, después de haber confesado cómo me gano la vida, los recién conocidos permanecen cerca un ratito más, quizás lo justo para decirme lo arriesgado que es negocio de la bolsa, antes de irse también a hablar con el dentista. El mercado puede haber subido un 15 por ciento desde la primera fase, pero pocos se han percatado.
En la fase tres, con el mercado un 30 por ciento más alto desde la primera fase, una pequeña multitud muy interesada ignora al dentista y me rodea a mí durante toda la noche. Una sucesión de entusiastas me lleva a un aparte para preguntarme qué acciones deberían comprar. Todo el mundo en la fiesta ha invertido dinero en una u otra acción y están discutiendo lo sucedido.
En la fase cuatro, la multitud me rodea una vez más pero esta vez para indicarme qué acciones debería comprar yo. Incluso el dentista tiene dos o tres consejos que darme, y en los días siguientes, cuando hecho un vistazo en el periódico a sus recomendaciones, veo que han subido todas. Cuando lo vecinos me dicen qué debo comprar y me arrepiento de no haberles hecho caso, es señal segura de que el mercado ha llegado a su tope y está a punto de empezar el declive.
Extracto sacado del libro “Un paso por delante de la bolsa” de Peter Lynch.
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