A día de hoy todos estaremos de acuerdo en que la actual crisis tiene un origen muy complejo y unas ramificaciones muy variadas. Pero sin mucho temor a equivocarnos podemos agrupar en dos, los problemas que está generando. Po r un lado tenemos los problemas financieros y por otro los problemas generados por la falta de demanda. En un intento de solucionar estos problemas los “mandamases” de la economía mundial han adoptado dos tipos de soluciones. Lógicamente unas han ido destinadas a mejorar la liquidez , para que el dinero circule sin impedimentos, las otras han ido destinadas a mejorar la demanda pública ya que la privada está missing.

Entre las primeras, destacaría la aportación casi ilimitada de fondos por parte de bancos centrales, la ampliación de garantías concedidas a los depósitos, los avales proporcionados a  las emisiones privadas e, incluso la entrada en el capital de bancos en dificultades. Entre las segundas, tenemos la inmensa proliferación de obras públicas, la ampliación de ayudas a los parados, y las mejoras fiscales. Todas estas medidas se resumen en dar liquidez y en aumentar demanda, precisamente los dos elementos que podemos encontrar en el origen de la crisis. Es decir estamos aplicando como solución los mismos elementos que generaron la enfermedad. ¿Es que no hay soluciones nuevas, soluciones originales? Pues algo de eso debe de haber.

El endeudamiento masivo y el repunte del paro a generado una perdida de confianza que ha metido en casa a todo el mundo. La bajada de ventas de pisos y automóviles unida a la mejora en la tasa de ahorro son dos constataciones irrefutables de que es así. Por eso podemos afirmar que las medidas adoptadas hasta la fecha han aliviado los efectos de la crisis, pero no han curado la enfermedad.

Para sanar de verdad  necesitamos recuperar la confianza, materia sutil y quebradiza. Y, para ello, necesitamos disponer de un liderazgo claro a nivel mundial y cómo no a nivel nacional. Algo que por ahora, desde mi punto de vista, no tenemos. Necesitamos a los mejores líderes . No sólo en lo político, también en el terreno empresarial y social. Gente que nos convenza de que somos capaces de generar la riqueza necesaria  para asegurar nuestro futuro. Líderes que nos induzcan a trabajar duro y a asumir los sacrificios necesarios para solucionar los problemas del pasado.

Que cada empresa, sociedad o grupo busque y siga a sus líderes, nosotros ya lo tenemos, Zorro, y no sólo eso,  tenemos un Consejo que cuida e invierte nuestros dinerillos, haciendo que en época de dificultades con criterios claros y una dedicación encomiable generen beneficios, y cómo no, tenemos un grupo humano que creo que es nuestro mayor capital, un grupo que fue dura e injustamente criticado en sus orígenes pero que a base de tesón y constancia está consolidando y asentando las bases de una gran empresa de futuro, Foxinver.


Salud y suerte en las inversiones, las vamos a necesitar.