Siempre hemos supuesto que la Bolsa reflejaba el verdadero valor de las empresas allí cotizadas, a mi me parece que es un mercado que funciona bastante bien, es un mercado abierto, público, es un mercado en el que se reúnen de una o de otra forma miles de compradores y miles de vendedores, además es democrático ya que el precio es igual para todos y además se conoce al instante.

Claro, esto era lo que yo pensaba hasta hace bien poco y creo que sería adecuado decir que hoy en día media bastante entre la teoría y la realidad o por lo menos deberíamos admitir que hay veces en las que la Bolsa padece de locura transitoria o por lo menos que padece de trastornos de personalidad.

Si analizáramos los precios que aparecen en las pantallas veríamos que estos no son producto de los resultados reales de la empresa, sino de algo mucho más sencillo, la ley de la oferta y la demanda y esto en tiempos normales no se alejaba tanto de la realidad, pero no estamos viviendo tiempos normales, la crisis ha convertido a muchos inversores tradicionales en “vendedores forzosos” queriendo minimizar las pérdidas, uniendo esto a los grandes problemas de solvencia a los que se han tenido que enfrentar tantas entidades y el generalizado “miedo a todo” que estamos viviendo  nos  damos cuenta que la imagen que tenía la Bolsa de mercado, se ha deteriorado bastante.

En la situación actual nos damos cuenta de que algunos precios de acciones reflejan niveles absurdos que llevan a valoraciones irracionales. El banco Santander y Repsol por ejemplo están por debajo de su valor en libros y esto aunque yo no sea economista me lleva a pensar que el mercado no reconoce su valor, es como decir que el nombre no vale, que la red comercial no sirve, que los clientes no cuentan y que los empleados no trabajan. Casi nada.

Les voy a poner otro ejemplo, quien venda una acción del BBVA a su precio actual estaría renunciando a una rentabilidad por dividendo cercana al 9%, cerca de tres veces la rentabilidad que nos ofrecen las letras del Tesoro.

Es verdad que la crisis nos ha empobrecido bastante a todos. Pero muchos, creemos que la Bolsa ha sufrido un duro castigo y ha pagado o mejor dicho está pagando el hecho de ser el único mercado que proporciona liquidez en estos momentos.

Por supuesto que la prudencia y la sensatez deben de seguir siendo valores a tener en cuenta y por supuesto a poner en práctica, pero salvo que el Crack sea total, en la Bolsa de hoy existen valores que van a hacer ricos a los que apuesten por ellos como ocurrió en épocas anteriores.

Pero además de prudencia y sensatez, nos haría falta un poco de inteligencia para identificarlos  y por supuesto valentía para decidirnos a comprarlos.


Salud y suerte en las inversiones, las vamos a necesitar.