La mayoría de nosotros somos unos afortunados, casi unos privilegiados. Comemos caliente todos los días y nos damos algún que otro capricho, aún a pesar de los políticos, los impuestos excesivos, el trabajo, el tráfico y demás gaitas que nos perturban diariamente.

Realmente una parte de la sociedad española vive en otro mundo y todavía no se ha percatado de que esta crisis es muy seria. Pero una minoría, que crece a alta velocidad, -cada día unas 4.000/5.000 personas, eso según datos oficiales- sí que se da cuenta al quedarse sin trabajo.

Los despidos y ERES son el pan nuestro de cada día y aún cuando se intente tapar la verdad, ésta aflora entre las pequeñas rendijas que deja el sistema de la información, tan manipulada como entregada al poder, a imitación perfecta del “1.984” de George Orwell.

Pero no todas son crisis financieras, de liquidez o de competitividad, hay otras muchas. Una de ellas es aprovechar que el Pisuerga pasa por Valladolid. He aquí un ejemplo:

Empresas muy importantes que cotizan en Bolsa, del ramo de la ingeniería, petróleo y electricidad, están pagando a sus proveedores a más de 6 meses con el consiguiente ahogo financiero y comercial.

Todo el mundo se ha vuelto moroso y su cara es más dura que el cemento, que ya poco se vende. Estas empresas suelen emitir un pagaré a sus proveedores cuando les parece, 3, 4, e incluso 6 meses.

Ahora, ¡como al parecer todo vale en aras de las crisis!, lo han aumentado a 7, 8 ó más meses.

El caso de una pequeña empresa que lleva 15 de años de actividad en A Coruña y que tiene en propiedad 2 naves con un resto de hipoteca de 50.000 euros, un historial bancario bueno y que le niega el banco un préstamo.

El empresario le comentaba a su banco, “si sigo con esos clientes me cargo la empresa por falta de financiación y si los dejo también cierro, ¿qué hago?”.

Dicha empresa tiene también clientes pequeños, pero el grueso del negocio está en los grandes, que curiosamente pagan lo mas tarde posible.

Si le pudiésemos contar quienes son estos morosos, sólo decirle que a muchos de los que están leyendo esto le pasan un recibo mensual por el banco por sus servicios o ustedes pasan cada semana a repostar combustible por sus surtidores. ¿Ya cayó?

Aquí vemos que no es ni por falta de trabajo, ya que sus clientes son cuasimonopolios, simplemente esto es joder por joder.

Otro ejemplo:

Una Sociedad que tiene varios almacenes-tiendas de repuestos de automoción debe a un proveedor en concreto 1.200.000 euros. ¿Y qué le dijo a el moroso al acreedor?: “Si esto sigue así de mal, cierro la empresa, todos los locales y naves están a mi nombre y poco voy a perder, más bien me libro de muchas deudas”.

El acreedor no daba crédito al oírlo, pero así tienen algunos de dura la cara.

Estos dos ejemplos tan reales como la vida misma, nos dan una idea de que una cosa es la crisis y otra el oportunismo tanto de multinacionales, como de listillos que aprovechan la confusión actual en su provecho. En estos dos casos no hay falta de recursos, simplemente no se paga a su hora o nunca. Todo en perjuicio de terceros, que ocasiones tienen que despedir gente y hasta cerrar sus negocios.

De las administraciones públicas no hablemos. Eso es todo charanga, pandereta y una cara más dura que la piedra. Pagan tarde, mal y arrastro. Con el consiguiente perjuicio.

Mientras no se tome conciencia de la crisis en las que nos han metido, no saldremos de ella. De momento no se percibe ni voluntad para acometerla ni un marco legal apropiado para que no se produzcan abusos como los mencionados.

Ver los pabellones de deportes llenos de gente aplaudiendo a unos líderes políticos tan mediocres como malévolos, da poca confianza en que esto se solucione pronto.

El gobierno no sabe gobernar, sólo sabe echarle la culpa a la oposición y la oposición no sabe ni por donde anda.

Eso sí, los españoles aplaudiendo a unos u otros.

Es verdad que todavía no hemos llegado, pero visto lo visto, pensar en que sólo llegaremos a los 4 millones de parados en España, hoy por hoy sólo es un buen deseo difícil de cumplir, especialmente si la solución elegida es tocar la pandereta, como es el caso.

Con estas pequeñas valoraciones, fácilmente llegamos a la conclusión de que esto tiene que ir a peor.

Bueno sí, ¿Pero y de la Bolsa qué? ¡La Bolsa, la Bolsa…!, ¿Pero aún anda usted metido en eso?, ja, ja, ja. Pues sepa que trapasará los mínimos de Noviembre.

Saludos y suerte en las inversiones.