La noticia el viernes de la conversión de participaciones preferentes por parte del Tesoro norteamericano en acciones preferentes para alcanzar el 36% del capital de Citigroup, y la decepción del dato revisado del PIB estadounidense para el cuarto trimestre, siguen pesando hoy en los principales índices de renta variable, de tal forma que en Europa el Eurostoxx 50 se deja un 4,71%, mientras que en Estados Unidos el S&P 500 opera con un retroceso del 3,33%. 

Hoy también ha vuelto a ser protagonista el sector financiero, a través de HSBC y la aseguradora AIG. 

American International Group conseguirá una inyección de capital del Gobierno estadounidense de 30.000 millones de dólares y unas condiciones más laxas en la financiación que tiene concedida, debido a unas pérdidas obtenidas por la aseguradora en el cuarto trimestre de 2008 de 61.700 millones de dólares, desde los 5.290 millones que perdió en idéntico periodo de 2007.

En Europa el HSBC, el mayor banco europeo por capitalización, pretende ampliar capital en 12.500 millones de libras, en la proporción de una acción nueva por cada 12 antiguas, además de eliminar 6.100 empleos y cerrar sus unidades de financiación al consumo en Estados Unidos, después de que las pérdidas asociadas a las hipotecas subprime hayan erosionado su cuenta de resultados. 

En el terreno macroeconómico, han primado las referencias provenientes del otro lado del Atlántico, con el ISM manufacturero, el PCE subyacente y el gasto en consumo relativo a enero. 

El ISM manufacturero repuntaba desde los 35,6 puntos hasta marcar un registro de 35,8 puntos para el mes de febrero, aunque al mostrar una lectura por debajo de 50 sigue señalando contracción. Las compañías norteamericanas continúan entonces recortando empleo y aplazando sus decisiones de inversión a medida que la crisis de crédito e inmobiliaria sigue dañando la demanda doméstica.

 Otro dato positivo a nivel macro, pero sin incidencia en las cotizaciones, ha sido que el gasto en consumo repuntó en enero un 0,6% frente al mes previo, gracias al mayor aprovechamiento de los descuentos que aplican los comercios tras la campaña navideña. Dicha ganancia no se espera que se mantenga en el tiempo, dado el fuerte proceso de destrucción de empleo que atraviesa la economía norteamericana. 

El PCE subyacente, medida de inflación de la Reserva Federal que está ligada al gasto en consumo y excluye alimentos y energía, mostraba un incremento de los precios del 1,6% interanual en enero, el menor que se registra desde 2003.