El lunes comenzó la semana con el IBEX 35 como peor indicador europeo, perdiendo un 2,34% y cerrando en 12.862,50 puntos, (en la parte más baja del canal y muy cercano al soporte de 12.700 puntos), solamente tres valores se escaparon de los números rojos, Grifols (+0,79%), Iberdrola Renovables (+1,71%) e Indra (+0,6%). El selectivo abrió con fuertes bajadas debidas a los datos macroeconómicos publicados la semana anterior que, unidos al miedo de los inversores a que los planes de rescate de las entidades “monoline” no estuviesen asegurados, propiciaron la debacle del índice. Fuera del selectivo Solaria perdió un 13,82% en lo que parece el fin de la burbuja de las renovables.
El martes otra sesión con el IBEX 35 en negativo, perdiendo un 1,81% y bajando hasta los 12.630,10 puntos; perforando así el soporte básico de 12.700 que había respetado el día anterior y apuntando al siguiente soporte, en la zona de 12.000 puntos. Sólo tres valores huyeron de la quema, Ferrovial (+2,88%), Iberdrola (+1,50%) y Grifols (+2,28%) que repitió en la lista de mayores subidas del índice. Estos resultados fueron consecuencia de las palabras de Bernanke pidiendo al sector bancario americano que actuase de forma vigorosa para frenar los impagos, incluso perdonando parte de las hipotecas, palabras que supusieron que los sectores de la banca y de la construcción fuesen los más castigados por los inversores.
Con este panorama, tras cuatro sesiones seguidas para olvidar, en las que el índice acumula unas pérdidas del 6,12%, y con el indicador MACD a punto de cruzarse a la baja, el miércoles se preveía malo, malo, pero fue este día el que comenzó el maquillaje electoral y sin ningún dato positivo relevante, el selectivo IBEX 35 ganó un 2,52% hasta los 12.948,10 puntos, con Iberdrola Renovables (-1,2%) y Endesa (-0,06%) como únicos valores en negativo, entrando así de nuevo en el canal que había perforado al cierre de la sesión del día anterior. A pesar de haber sido la tercera mayor subida del año, el rebote se consideró “poco fiable” debido al escaso volumen de negociación, que no llegó a alcanzar los 4.000 millones de euros.
El jueves la estrella absoluta de la jornada fue la esperada decisión del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) acerca de los tipos de interés en la eurozona, los mercados ya descontaban que no habría cambios. El BCE no defraudó y mantuvo los tipos en el 4%, además su presidente, Jean Claude Trichet, dijo que la entidad situaba el crecimiento de la eurozona para el conjunto del año entre el 1,3 y el 2,1% y la tasa de inflación entre el 2,6 y el 3,2%, lo que supuso una revisión a la baja del crecimiento de la eurozona. En el mercado doméstico el IBEX 35 se dejó un 1,12% hasta los 12.803,03 puntos. De nuevo, el soporte de los 12.700 puntos evitó daños mayores.
El viernes el IBEX 35 perdió el 0,87% hasta los 12.691,30 puntos, lo que dio como resultado una caída semanal del 3,6%. Los tres mejores del selectivo fueron Iberia (+3,04%), Iberdrola Renovables (+2,64%) y Gamesa (+1,59); por sectores, el eléctrico fue el que tuvo el mejor comportamiento, por contra el sector bancario, con Santander (-1,14%) y BBVA (-1,15%) a la cabeza, fue el más castigado. Destacar la pérdida por segunda vez en la semana del soporte de 12.700 puntos que, ahora sí, nos hace mirar más que nunca a la zona de los 12.000 como siguiente soporte.
El mercado ha transmitido toda la semana una sensación de incertidumbre, con mucha volatilidad, propia de la semana electoral en la que nos encontramos, de todos es sabido que se comporta mejor cuando una opción gana con holgura y marca el ritmo (económico) a seguir, esta situación de empate técnico en que nos encontramos, sin una mayoría definida, no es buena para el mercado, que se comportará mejor el lunes si uno de los dos grandes partidos obtiene una mayoría clara.